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La presidenta descartó cualquier posibilidad de arreglo con los fondos que consiguieron embargar la Fragata Libertad en Ghana

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El canciller Héctor Timerman llevó ayer el reclamo por la liberación de la Fragata Libertad, retenida en el puerto de Tema por la Justicia de Ghana, ante las principales instancias de las Naciones Unidas. Durante el encuentro que mantuvieron en Nueva York, el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, “hizo hincapié en la necesidad de respetar el derecho internacional y especialmente la Convención del Mar”, según detalló. Timerman adelantó que Argentina repetirá su planteo en la próxima reunión del G-20 porque “los fondos buitre no pueden avasallar la soberanía de un país”. Las opciones en el menú son varias, pero entre ellas evidentemente no figura la posibilidad de negociar con los fondos. “Mientras yo sea Presidenta, se podrán quedar con la fragata, pero ningún fondo buitre se va a quedar con la libertad, la soberanía y la dignidad de este país”, afirmó Cristina Kirchner en un acto difundido por cadena nacional.

El acto estaba convocado para anunciar nuevas disposiciones sobre los fondos de las compañías aseguradas, pero la Presidenta lo aprovechó para sentar posición en este tema. “Lo que hemos vivido en estos días causa mucho dolor y lo digo como argentina”, sostuvo CFK durante la convocatoria en el Museo del Bicentenario. Añadió que “he visto que algunos, muy poquitos afortunadamente, defendían a fondos buitre que violando todas las reglas del derecho internacional embargaban a nuestra Fragata Libertad en un puerto africano, creyendo que van a presionar o extorsionar al país”. Y cerró reiterando que no se negociaría con los fondos.

Fue el corolario de una jornada en la que la actividad de la política exterior estuvo centrada en el reclamo por la fragata. Luego de haber estado días atrás en las Naciones Unidas para votar el ingreso de Argentina como miembro no permanente en el Consejo de Seguridad, ayer Timerman debió volver a la sede ubicada en Nueva York. Entre una cosa y otra, el canciller durmió en un avión cuatro de las últimas cinco noches. Ayer se reunió con los encargados de los principales organismos: el secretario general, el presidente del Consejo de Seguridad y el titular de la Asamblea General.

En conferencia de prensa, Timerman detalló que el secretario Ban Ki-moon “aceptó utilizar los buenos oficios de su oficina para hablar con el gobierno de Ghana e intercambiar opiniones sobre cómo resolver este conflicto”. De la reunión participó la consejera legal de la ONU, Patricia O’Brien, quien le comentó que había estado revisando antecedentes y que era la primera vez en la historia que se daba un hecho así. Que el único caso más o menos parecido fue cuando –hace más de doce años– un barco ruso fue embargado en un puerto de Francia por un reclamo de una empresa suiza, que la Justicia francesa determinó que el barco no era embargable y que la empresa suiza finalmente debió pagar los costos del juicio más una indemnización.

Luego de recibir a Timerman, el presidente de la Asamblea General, Vuk Jeremic, emitió un comunicado en el que expresó su “grave preocupación por la situación y reiteró su llamamiento al gobierno de Ghana para que desista de su conducta y respete sus obligaciones en virtud de la Convención de Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar”.

En el mismo sentido, el presidente del Consejo de Seguridad, Gert Rosenthal, afirmó que Naciones Unidas “está del lado del cumplimiento del derecho internacional” y que tal derecho es un tema que “preocupa mucho”. “Claramente aquí hay un problema de derecho internacional que afecta no sólo a la República Argentina sino a todos los países del planeta”, por lo que “en ese sentido nosotros nos hacemos cargo del planteamiento del gobierno de Argentina”, avisó Rosenthal.

En su presentación, Timerman sostuvo que “la Fragata Libertad va a ser liberada tarde lo que tarde, pero la Argentina no va negociar con los fondos buitre y no va a permitir que un grupo, operando desde guaridas fiscales que están en el Caribe, arrase con la dignidad y soberanía de un pueblo”. Y agregó que “jamás un fondo buitre pudo apropiarse de una propiedad del gobierno argentino y no vamos a permitir de ninguna manera que los fondos buitre, que son hoy en día los piratas del siglo XXI, intenten hacer los que hacían los piratas en el siglo XVII o XVIII”.

En ese sentido, Timerman adelantó que en el próximo encuentro del G-20, del que Argentina es miembro, exigirá “la total y absoluta eliminación” de la posibilidad de que un fondo buitre que opera desde un paraíso fiscal pueda “intentar avasallar la soberanía de un país”, como ocurre en este caso con la Argentina. El reclamo podría ser adelantado por el ministro de Economía, Hernán Lorenzino, en la primera semana de noviembre, cuando los encargados de finanzas del G-20 se encuentren en una cumbre preparatoria en México. Antes que eso, es probable que la semana próxima el propio Timerman viaje a Ghana para mantener encuentros del más alto nivel en busca de encontrar una salida a la situación.

Fuente: Página 12