Tras meses de negociaciones, la segunda conferencia internacional de paz para Siria, «Ginebra 2», impulsada por EEUU y Rusia para abordar soluciones al prolongado conflicto, se celebrará el 22 de enero, anunció el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon.
A través de su portavoz, Ban indicó que convocará la esperada conferencia para «sentar en la mesa de negociación al Gobierno sirio y la oposición por primera vez» desde el inicio del conflicto sirio, que costó la vida a más de 100.000 personas y produjo 6,5 millones de refugiados y desplazados, según la ONU.
El secretario general agradeció a Rusia y Estados Unidos, países promotores del encuentro, así como al enviado especial de la ONU y la Liga Árabe, Lakhdar Brahimi, «por su duro trabajo que nos ha llevado a este punto».
«Iremos a Ginebra con una misión de esperanza. La conferencia de Ginebra es el vehículo para una transición pacífica que cumpla con las aspiraciones legítimas de libertad y dignidad de todos los sirios y que garantice la seguridad y la protección a todas las comunidades en Siria», afirmó el portavoz de Ban en un comunicado.
El esperado cónclave que hoy finalmente definió su calendario enfrentará no pocos desafíos, y de complicada resolución, en las semanas que restan hasta su realización. Ni siquiera está claro quiénes participarán, cuáles serán sus alcances, ni su agenda de trabajo.
El objetivo del encuentro, explicó Ban, será la creación de «un órgano de gobierno transitorio con plenos poderes ejecutivos, incluso sobre los cuerpos militares y de seguridad», como se acordó en la primera cita internacional en Ginebra en junio de 2012.
En esa perspectiva, la reunión buscará sentar en la misma mesa al gobierno de Bashar al Assad y a parte del heterogéneo arco de fuerzas rebeldes que luchan por derrocarlo desde marzo de 2011.
El objetivo de crear un órgano de gobierno transitorio choca de frente con las declaraciones del presidente Al Assad, quien anunció desde que el cónclave era aún un proyecto embrionario que su eventual salida del poder la decidirá el pueblo sirio en las elecciones presidenciales programadas para 2014.
En el otro extremo, la Coalición Nacional Siria (Cnfros), que agrupa a la gran mayoría de las facciones opositoras, ya adelantó que no aceptará ningún gobierno de transición que incluya al actual mandatario sirio, lo que preanuncia un largo camino de pulseadas antes de acordar siquiera un ámbito de discusión en común.
No está claro tampoco si la cumbre incluirá a todos los grupos de la oposición en el conflicto sirio, entre ellos a las milicias yihadistas y los que rechazan el liderazgo de la Cnfros, el liderazgo en el exilio reconocido por las potencias occidentales.
De paso por Roma, el canciller ruso Serguei Lavrov aseguró hoy que de no haber sido por el «egoísmo político» de la oposición siria, la cumbre internacional de paz se hubiera podido realizar antes, y advirtió que boicotear la reunión en Ginebra será un «gravísimo error y una responsabilidad criminal».
El gobierno ruso, uno de los pocos aliados internacionales que tiene el gobierno de Al Assad, también pidió que todos los actores regionales involucrados en el conflicto sirio participen en la cumbre de enero próximo.
«En primer lugar Irán y Arabia Saudita», destacó hoy Lavrov, en referencia a las dos potencias musulmanas que hace décadas se disputan la influencia política sobre la región.
Reino Unido, en tanto, celebró hoy que las Naciones Unidas hayan puesto fecha a la conferencia de paz por Siria y reiteró que «una transición política significa que (el presidente Bashar Al) Assad no puede tener un rol en el futuro», según señaló el ministro de Relaciones Exteriores del Reino Unido, William Hague.
«Una transición política negociada es la única forma de terminar el conflicto y aliviar la crisis humanitaria», señaló Hague.
La decisión final sobre la participación de Irán en la conferencia se tomará en las próximas semanas, antes de fin de año, dijeron hoy fuentes que participan en una reunión preparatoria de este evento.
La presencia de Irán, otro aliado de Al Assad, se ha erigido en uno de los principales obstáculos para la realización del cónclave.
Desde que Washington y Moscú lanzaron conjuntamente la iniciativa de esta conferencia, el Gobierno sirio exigió la presencia de Teherán en el foro; sin embargo, la oposición rechaza tajantemente que Irán pueda participar en el primer día de la conferencia, que tomará la forma de un encuentro de alto nivel con discursos de los ministros de los países invitados.
La cita de Ginebra no había logrado definir una fecha de realización desde mayo, cuando empezó a tomar forma su viabilidad.
Durante este tiempo, se barajaron varias fechas posibles (fines de noviembre, fines de diciembre) antes de la fecha decidida hoy, que según fuentes de los Comités de Coordinación Local en Turquía, fue decidida sólo para obligar a las partes a sentarse en la misma mesa, no porque las posturas estén más próximas ahora que durante el año.
Fuente: Télam