Representantes de tres de las mayores entidades de productores agrícolas de Argentina anunciaron el miércoles que realizarán una huelga comercial de cinco días desde el 24 de agosto, en reclamo de cambios en las políticas oficiales de uno de los principales exportadores globales de granos y derivados.
En conferencia de prensa, los dirigentes rurales explicaron que la medida obedece al «silencio» por parte del Gobierno ante los reclamos del campo por la «gravísima situación» que atraviesa el sector.
El anuncio fue realizado por los directivos de la Sociedad Rural Argentina, Coninagro y Confederaciones Rurales Argentinas, con la ausencia de la Federación Agraria, que no viene participando de las protestas del campo.
La decisión no debería afectar los embarques del país austral -proveedor global líder de soja, maíz, trigo y derivados- debido a que los exportadores suelen asegurarse de antemano existencias suficientes para seguir trabajando durante las huelgas comerciales.
Los agricultores argentinos están enfrentados desde hace años con el Gobierno de la presidente Cristina de Kirchner -cuyo mandato finaliza en pocos meses- por sus políticas intervencionistas para el sector, que incluyen altos impuestos a la exportación de soja, maíz y trigo.
«La medida de fuerza abarca la comercialización de granos y de todo tipo de ganado en pie», dijoLuis Etchevehere, titular de la Sociedad Rural Argentina, en una rueda de prensa junto a los líderes de Coninagro y Confederaciones Rurales Argentinas. «Hacen falta respuestas de parte del Gobierno nacional».
El sector agrícola de Argentina ya realizó una huelga comercial de tres días en marzo y ahora endurecerá su protesta dos meses antes de los comicios en los que será elegido el sucesor de Cristina de Kirchner, que deberá abandonar el cargo tras cumplir el límite legal de dos mandatos sucesivos.
Etchevehere aclaró que la medida exceptuará a los productores de aquellas zonas agropecuarias afectadas por graves inundaciones tras las fuertes lluvias de las últimas semanas, que podrían causar fuertes pérdidas en la cosecha de trigo.
Gigantes exportadores como Bunge, Cargill y Louis Dreyfus poseen plantas procesadoras y puertos propios en el masivo polo agroindustrial de la zona de Rosario, de donde sale el 80 por ciento de las ventas de granos y derivados del país.
La Bolsa de Comercio de Rosario dijo el miércoles que el área de trigo de la campaña 2015/16 de Argentina caería a 3,4 millones de hectáreas, un 28 por ciento menos que en el ciclo anterior, debido a «malos resultados económicos proyectados y la incertidumbre comercial» por las políticas oficiales.
Para asegurar el abasto doméstico de alimentos a precios razonables, el Gobierno mantiene restringidos los embarques al exterior de maíz y trigo y otorga a cuentagotas permisos para exportar durante la campaña, lo que hace caer los valores en la plaza local y dificulta la planificación de los productores.
Fuente: Ámbito financiero