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La matanza de pumas y el conflicto con los productores ganaderos

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Imagen El Sol Online

Hace pocos días, el hallazgo de dos pequeños pumas que podrían haber perdido a su madre por la matanza de animales silvestres, volvió a poner en debate una problemática que involucra a quienes consideran que los productores se ven afectados por la pérdida de sus animales cuando los felinos  se alimentan de su ganado y entre quienes intentan buscar otra alternativa que no sea la muerte de los especímenes. Eduardo Furlán de la Fundación Cullunche San Carlos, escribió para El Cuco y se refirió a la actualidad de la situación. 

En Mendoza se está comenzando a trabajar  en el marco del histórico conflicto entre productores ganaderos y poblaciones de animales carnívoros silvestres. En conjunto con Fundación Cullunche, la Secretaria de Ambiente y Desarrollo Sustentable de la provincia, la Dirección de Ganadería y el Municipio de Lujan de Cuyo se han realizado tareas de relevamiento de datos basado en encuestas a los pobladores de la zona de Potrerillos, esto permitirá darnos un parámetro aproximado de la problemática existente en la zona, aunque muchas veces se atribuye erróneamente o se sobreestima la cantidad de ataques reales de pumas al ganado domestico, para lograr acercarnos aun mas a la realidad se tendrán que llevar a cabo otras tareas como análisis de dietas de predadores, relevamiento de huellas y control y monitoreo de los ataques los cual también nos ayudara a conocer un poco más sobre la dinámica de la especie.

En Argentina, un país históricamente productor de ganado, esta problemática es muy común y se ha agudizado en las últimas décadas. Las principales causas son la creciente expansión demográfica, lo cual ha llevado al establecimiento de asentamiento y actividades humanas en aéreas donde habita la fauna silvestre, el deterioro del habitad, la disminución de las presas naturales, la falta de políticas oficiales de manejo, manejo productivo inadecuado, la percepción negativa de la gente y la falta de implementación de las leyes existentes, entre otras.

La caza de pumas por pobladores locales en represalia no hace más que agravar la situación ya que en escasas oportunidades se termina eliminando al puma problema, no todos los pumas que habitan el territorio atacan a animales domésticos y además al ser animales muy territoriales esto generaría territorios vacios que pueden ser ocupados por felinos jóvenes (individuos dispersantes) potenciales cazadores de ganado.

La disminución en la población de carnívoros silvestres tendría un gran impacto a nivel de los ecosistemas ya que cumplen numerosas funciones ecológicas, como la regulación de la distribución, densidad y comportamiento de las poblaciones presa, el control de los números de mesodrepredadores, la mantención de un balance funcional de la biodiversidad en las comunidades locales y un equilibrio ecosistemico general. La remoción de los depredadores superiores resulta en cambios en la biodiversidad y en la estructura de las comunidades, con serios efectos ecológicos.

Como posibles soluciones al conflicto desde Fundación Cullunche entendemos que se debe apuntar a mejorar el manejo productivo a través de la implementación de hábitos y sistemas que reduzcan la incidencia de ataques, como por ejemplo la utilización de perros pastores, sistemas de pastoreo que evitan la exposición de individuos más propensos a ser depredados a situaciones de riesgo, concentrar los partos reduciendo la ventana de tiempo en que los animales son más vulnerables y uso de suelos con menos probabilidad de generar conflicto en zonas de alta incidencia de ataques. También se debe apuntar a la educación ya que muchas percepciones y actitudes negativas se pueden originar por el desconocimiento de su rol en la naturaleza. Los incentivos o compensaciones económicas por parte del gobierno provincial o nacional pueden ayudar a la implementación de nueva tecnología de producción, a aumentar la tolerancia de los pobladores a la depredación, pero sin embargo, no abordan el problema de fondo y pueden incluso generar aumento en el número de incidentes al desincentivar medidas preventivas.

Cabe destacar que desde nuestra organización hace años que venimos insistiendo para que el gobierno coloque el tema en agenda y de esta manera generar la ampliación del trabajo a todo el territorio de la provincia.

                                             EDUARDO FURLÁN

VICEPRESIDENTE DE FUNDACIÓN CULLUNCHE