El gobernador Francisco Pérez, junto al reconocido plástico Carlos Alonso, firmó el inicio de obra de restauración y ampliación de la Mansión Stoppel, que albergará el trabajo artístico del gran maestro mendocino en el museo que llevará su nombre.
La ejecución que llevará adelante la UTE formada por Capsa SRL y Sanco SA demandará un año aproximadamente y contempla recuperar, rehabilitar y poner en valor la mansión situada en la avenida Emilio Civit, que fue propiedad de Luis Stoppel.
Del acto, que se llevó a cabo esta tarde en el despacho del mandatario provincial, en el cual el maestro estuvo acompañado por su hijo Pablo, también participaron los ministros de Infraestructura, Rolando Baldasso y de Cultura, Marisul Ibáñez. Además, estuvieron la directora de Patrimonio Cultural, Regina «Pupi» Agüero; el subsecretario de Cultura, Fabricio Centorbi, y el subsecretario de Obras Públicas, Gerardo Vaquer.
Al término del encuentro, el reconocido artista plástico comentó: “Estoy muy orgulloso y muy comprometido junto a mi familia en colaborar para todo lo que podamos en este proyecto. Encontré en el gobernador, la predisposición y toda la convicción para llevar adelante rápidamente este proyecto y que florezca para estar al servicio de la provincia”.
“A mi edad, uno de los enigmas más fuertes es saber qué pasa con la propia obra, con tantos años de trabajo, con tantos cuadros, dibujos y grabados acumulados, no quisiera que eso terminara en los comercios, en un remate o simplemente en el olvido. Por lo cual estar incluido me llena de satisfacción y saber que mis obras van a tener el destino más legítimo, que es incorporarse a la comunidad, al bien común, al patrimonio, lo cual es el sueño de todo autor”, reflexionó Alonso.
Al respecto, el Ministro de Infraestructura indicó que en “la mansión Stoppel se invertirán $23.000.000 financiados por la Provincia, para poner en valor la tradicional construcción y duplicar su superficie. En tres niveles nuevos se levantarán diversas salas. El proyecto contempla el refuerzo estructural general y la recuperación de los elementos patrimoniales”.
“La ejecución demandará 12 meses y está a cargo desde de hoy de la Unión transitoria de empresas, conformada por las empresas Sanco y Capsa”, detalló Baldasso y resaltó: “Rescatar los íconos culturales de la provincia es una de las premisas de esta gestión y restaurar la mansión Stoppel demandó un año de trabajo para el proyecto que incluyó la restauración, el llamado a licitación y la adjudicación correspondiente”.
Por su parte, la Ministra de Cultura destacó la importancia de esta puesta en valor de la mansión Stoppel, un hito histórico arquitectónico y cultural de la provincia. “Esta decisión del Gobernador de crear el museo Carlos Alonso, con su obra, es histórica, es un antes y un después. Los mendocinos vamos a poder mostrar un lugar con obras de uno de los artistas más reconocidos del mundo”, argumentó.
“Mendoza, con el Espacio Julio Le Parc, con los museos Fader y Cornelio Moyano y a futuro con el museo Carlos Alonso, está siendo un faro cultural del Oeste argentino”, añadió Ibáñez.
Puesta en valor y ampliación
La obra resguardará los aspectos arquitectónicos propios de la casa, tales como carpintería, herrerías, restauración de frescos y cielorrasos, y pisos, respetando su tipología de chalet neoclásico.
La superficie total del terreno es de 1.243,15 metros, de los cuales 500 metros corresponden cubierta original de planta baja y alta. La idea incluye también demoler las construcciones que se levantaron en el fondo de la casa y que nada tienen que ver con la obra original.
También se proyecta construir un edificio anexo de tres pisos con una superficie total de 613m2 en tres niveles, que alojará tres salas de exposición, una salón de usos múltiples, recepción, sanitarios y depósito.
La mansión, construida en 1912 por el italiano Víctor Barabino, se convirtió en la vivienda de Luis Stoppel, cónsul de Chile en Mendoza, y en diciembre de 2002 se la declaró Patrimonio Cultural. A mediados de abril de 2012, se sancionó la Ley Nº 7.371 que dispone la transferencia del inmueble de dominio público municipal a la órbita provincial. De esta forma, se le restituyó al Gobierno de Mendoza la tarea de restauración de la vivienda para dotarla de uso cultural.