Cada vez que las inclemencias climáticas azotan a este departamento, muchas familias de escasos recursos, que sobreviven en precarias viviendas, resultan afectadas al quedarse sin sus hogares de un momento a otro. Esto es una constante en una zona donde, paradójicamente, el crecimiento económico de algunos es cada vez más considerable.
En los registros periodísticos se evidencia una situación preocupante en Tupungato, existen sectores en este departamento que atraviesan graves riesgos aluvionales y en general son familias de bajos recursos las que se ven amenazadas por las inundaciones. Uno de los casos es el asentamiento Arco Iris donde, según publicó Diario Uno el lunes 3 de noviembre de este año, son más de 150 las familias que corren peligro porque han poblado la orilla del arroyo Anchayuyo.
Hasta que una solución real llegue a estas zonas, autoridades de la comuna sólo confirman que la cantidad de personas que habitan las “villas de emergencia” y/o “asentamientos” creció en los últimos tiempos. “Hemos visto un importante incremento en la cantidad de gente en los asentamientos, suponemos que es por la disolución de familias o conformación de otras”, comentó escuetamente un funcionario del municipio de Tupungato a El Cuco.
Aunque la respuesta no se basó en ningún análisis social complejo, lo declarado por el funcionario dejó latente la necesidad de debatir aspectos económicos y políticos que llevan a que muchas familias en situación de pobreza no puedan además acceder a una vivienda digna. Además las estadísticas que anuncian que en un departamento de 32 mil habitantes, sólo se registran 9 mil casas (último censo del INDEC).
Lo paradójico es que el departamento de Tupungato es uno de los lugares en los que la actividad vitivinícola se ha desarrollado ampliamente registrando un considerable crecimiento económico. Lógicamente esta realidad ni siquiera roza la realidad de los vecinos de los sectores en riesgo.