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La leyenda del viento Zonda: “la Pachamama se hace oír”

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viento-zondaEn esta oportunidad CULTURALGIA presenta la leyenda que explica la aparición del viento Zonda. Ese viento que sopla tórrido y con violentas ráfagas en toda la zona de Cuyo entre los meses de mayo y octubre.

“Dicen que había un indio huarpe llamado Huampi cuyas destrezas en el arco y la flecha eran proverbiales. Pero tenía un gran defecto, la soberbia. Le gustaba vanagloriarse de su puntería y para demostrarlo cazaba animales solo por hacer su práctica y sin necesidad alguna. Un día, envuelta en un fuerte viento, se le apareció la Pachamama quien le advirtió que si seguía cazando indiscriminadamente lo castigaría con severidad. El indio, sin embargo, no hizo ningún caso a sus palabras y por el contrario arremetió contra más animales y sus crías. Entonces Pachamama volvió a aparecer enfurecida, y formando enormes nubarrones que soplaron con violencia polvo y arenisca, desplegó un remolino enorme que envolvió a Huampi, que así pagó las ofensas a la Madre Tierra. Cada tanto, a lo lejos, se puede escuchar su voz que atraviesa la cordillera como un suspiro de lástima, tan fuerte que hace temblar las casas y la tierra.”

Sin embargo, esta leyenda pagana ha sufrido las modificaciones que ha de tener un relato antiguo, por lo que hay  versiones similares con pequeñas diferencias.

“El indio Huampi gobernaba varias tribus de las que habitaban los valles calchaquíes. Admirado y temido por todos, era al mismo tiempo amo y señor de toda la comarca. Huampi era cazador incansable y el más diestro que hasta entonces se había conocido. Manejaba el arco con tal habilidad que no perdía víctima a la que arrojara sus certeras flechas.

Por eso en los montes, valles, praderas y bosques que recorría, tanto caían guanacos, vicuñas y huillas, como los cóndores, los suris y toda clase de aves… Huampi despoblando de animales la región, sin perdonar ninguna especie ni las crías de las mismas.

Hasta que un día entre los resplandores se le apareció Pachamama: -¡Huampi, mal hijo de la Tierra ! ¿Te has propuesto terminar con todos los animales? ¿Por qué los persigues sañudamente? Hasta los pájaros del bosque te tienen miedo y callan cuando apareces.

Huampi bajó la cabeza y Pachamama prosiguió: -¿Piensas indio soberbio, que he creado los animales para que tú los mates? Sigue matando y llegará el momento en que te faltará su carne para comer y su leche, y sus pieles para cubrirte. Si no dejas vicuñas ni guanacos, ¿donde encontrarás lana suave y sedosa para tejer tus mantas? Si no dejas llamas, ¿qué animal llevará las cargas a lugares lejanos? ¡Mata las aves y no tendrás plumas para adornarte!

Eres ambicioso y egoísta. No sabes apreciar ni respetar los bienes que te da la Madre Tierra. Huampi no tienes corazón. No mereces que te perdone… sino un castigo por tu maldad, y te llegará….

Y Pachamama desapareció envuelta en su luz, Huampi creyó despertar de una pesadilla. Estaba paralizado de miedo. Intentó dominarse, pero los amargos reproches de Pachamama y la amenaza de castigo le atormentaban duramente. Apoyando en el grueso tronco de un árbol, entregado a sus reflexiones, oyó un silbido.

Como pensó, era el castigo de la Pachamama. Al tiempo sintió su rostro azotado por el aire, que quemaba su obscura piel; las ramas de los árboles se agitaban, hojas, flores y frutos se arremolinaron a sus pies y el silbido era cada vez más lastimero y terrible.

Huampi no dudó ya… Era la furia de la Madre Tierra sobre él y sus dominios, en forma de huracán espantoso. Viento de gran fuerza, seco y caliente. Era el castigo prometido.
Dicen que, desde entonces, sopla el viento Zonda por nuestros valles andinos con voz casi humana.”

El huarpe Gilanco que ofendía a Yastay

También existen versiones que hablan del huarpe “Gilanco” un joven fuerte y ágil que jamás erraba un disparo con su arco. Para demostrar sus destrezas, subía las montañas matando todos los animales a su paso solo por diversión; lo que irritaba a Yastay, divinidad protectora de los animales de las montañas, quien apareció ante el y le dijo que la Pachamama no toleraba mas sus actos y que si volvía a ellos recibiría un gran castigo.

Al tiempo Gilanco volvió a sus andanzas y Pachamama se le apareció dejando suspendida en el aire una flecha disparada… Lo envolvió en nubarrones de polvo arenoso y dijo que había sido muy despiadado y cruel, por lo que recibiría su castigo. Un gran remolino de viento lo alzó por los aires y luego un viento caliente comenzó a alejarse del lugar arrastrando todo sobre la tierra.

Desde entonces sopla el viento Zonda cuando alguien desoye a la Pachamama.

Fuente: CULTURALGIA

http://culturalgia.wordpress.com/2013/10/01/la-leyenda-del-viento-zonda-la-pachamama-se-hace-oir/