Hoy no es una mañana cualquiera para Cristóbal López y Fabián De Sousa. Desde la cárcel y con poco que hacer para evitarlo, perderán la propiedad de la más importantes de sus empresas.
La Justicia decretó la quiebra de Oil Combustibles, la nave insignia del imperio empresario que construyeron en los últimos años.
Desde el momento en que el juez Javier Cosentino estampó la firma en el escrito, López y De Sousa fueron desapoderados de los bienes que componen el patrimonio de la petrolera. La novedad es que, además de los activos petroleros que Oil Combustibles tiene, aparece una sociedad que es la controlante de la gran mayoría de las otras empresas del grupo, entre ellas los medios periodísticos que integran el holding.
Cosentino, que tomó la causa en febrero y que en tiempo récord llegó a este desenlace, decidió que la quiebra sea con continuidad de las compañías.
La decisión tiene varios efectos inmediatos. El primero, y más importante, es que la petrolera ya no será más de López y De Sousa. Esto que implica que tampoco lo serán las empresas controladas por Oil Combustibles, como los medios, constructoras y las de servicios petroleros. Al disponerse la continuidad de la actividad de la empresa, el juzgado llamó a los interesados para apoyar el proceso a que se presenten. Pampa Energía, YPF, Trafigura y Lukoil son algunas de las empresas que miran los pasos de la causa.
Cosentino, además, ordenó a los interventores -Francisco Cárrega, Liuba Lencova y Carlos Bianchi- que trabajen vender rápidamente la compañía. La finalidad es mantenerla, así como también los puestos de trabajo. De esa manera, la venta tiene un precio mayor y permitiría recuperar fondos para pagarles a los acreedores.
Así las cosas, la quiebra será la dueña ahora de las acciones en empresas que antes eran de Oil Combustibles. Vendrá ahora un período de revisión de cada una de ellas y seguramente, los paquetes accionarios que otorguen el control serán vendidos para recuperar el dinero y pagar las deudas.
Ya sin López y De Souza como dueños de las empresas, empezará una pesquisa de bienes que podrían haberse escondido. No son pocos los que están cerca de la quiebra que dicen que son optimistas. «Habrá novedades», dijo uno de ellos.
Cosentino asumió en febrero pasado la causa de Oil Combustibles. A los pocos días ordenó que todos los concursos de otras sociedades del Grupo Indalo tramiten ante el mismo juzgado e intervino Oil Combustibles con observadores.
Los tres interventores presentaron decenas de informes en los que se mostró cuáles eran los números de la compañía. Ante el estado financiero terminal, el juez echó a los directores que habían puesto López y De Sousa (Ignacio Rosner y Santiago Dellatorre) y puso al frente a los interventores. Luego se aceleraron los tiempos; hasta que, sin acuerdo con los acreedores, y sin candidato para comprar la empresa, Cosentino decretó hoy la quiebra.
En paralelo, la AFIP inició una acción civil contra López y De Sousa para cobrar una deuda por impuestos impagos que ascendería a $17.000 millones.
Fuente: La Nación