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La industria textil culpa a los comercios por el precio de la ropa

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Los fabricantes de indumentaria aseguran que un jean a salida de planta cuesta 120 pesos y un suéter, 140. Sin embargo, el público termina pagando hasta 700 y 600 pesos en un shopping. El sector crece y se favorece por los movimientos cambiarios.

“¿Cuánto costará hacer esta prenda?”, es una pregunta que muchas veces se hace el consumidor y que busca ser contestada por los industriales textiles para desmarcarse de la queja por el precio de la ropa. El jean a la salida de la fábrica cuesta 120 pesos y un suéter, 140 pesos, aseguran. Luego esos valores se multiplican varias veces en la vidriera del shopping o de las tiendas mejor acomodadas. Culpan por la enorme diferencia a la renta inmobiliaria, los costos financieros y el gasto de publicidad que realiza la marca para posicionarse. “Ponen precios para la clase alta. Es necesario tener canales alternativos de comercialización y romper con la lógica de status social que generan las marcas premium”, indicó a este diario Ariel Shale, director ejecutivo de la Fundación ProTejer.

A pesar de que el ritmo de crecimiento no es el mismo de años atrás, las ventas de textiles se mantienen dinámicas, agregó Marco Meloni, titular de ProTejer, en un encuentro con la prensa. Varios factores contribuyen a explicar la tracción del consumo. En primer lugar, la mejora en el salario real para los trabajadores formales. Otro elemento que en general no se menciona, que tuvo un efecto significativo sobre todo meses atrás, es la brecha cambiaria. Sucede que una porción no desdeñable de las prendas que se venden ingresan de forma clandestina al país. El fuerte aumento del dólar blue, a partir de la prohibición de comprar divisas para atesoramiento, encareció a la actividad ilegal. Varios empresarios que prefieren no ser citados advirtieron esta situación, que motivó que las ventas de las empresas formales crecieran en un contexto económico general menos dinámico.

Otra vía de incentivo a la producción es la protección comercial que ofrece el Gobierno. Según Meloni, la importación de productos textiles, de insumos a prendas terminadas, bajará un 5 por ciento este año con respecto a 2012, hasta los 1450 millones de dólares. Son operaciones que, a pesar de estar controladas por Comercio Interior, representan un volumen de producto mucho mayor que en los ’90 y a principios de la década pasada, porque el mercado interno creció en forma intensa. Del total de la producción textil, de 450 mil toneladas al año, alrededor de la mitad proviene del exterior. En el sector analizan armar un sistema de cupos definidos entre las propias empresas, como se está aplicando desde esta semana y con resultado incierto en algunos rubros de la metalurgia.

A la hora de plantear los problemas de competitividad, en el sector apuntan a la “distorsión en el costo de los servicios financieros e inmobiliarios”. “Un jean de primera marca requiere 30 pesos de costura, 30 en lavado y avíos, 30 en tela y otros 30 en impuestos. Son 120 pesos de costo del jean a la salida de la fábrica, y luego se vende a 700 pesos. La diferencia la atribuyen principalmente a la renta inmobiliaria, que definen los shoppings. Necesitamos que los servicios a la industria respeten al sector de la producción”, pidió Shale. En tanto, Pedro Bergaglio, presidente de la Cámara del Sweater, detalló que un sweater de 140 pesos de costo de fábrica se vende a 600 pesos en los comercios.

El esquema de negocios en el sector, como en varios otros de la economía nacional en los últimos años, se modificó desde una rentabilidad unitaria muy alta, luego de la devaluación, a una más baja, donde el negocio es vender mucho volumen. En el medio, existió la redistribución del ingreso. “Hoy la industria paga buenos salarios y eso es un activo para el sector. Hay entonces un mercado dinámico que nos es indispensable”, marcó Shale, quien también resaltó la dinámica inversora. Las empresas, con excedentes en pesos y un tipo de cambio oficial atractivo para la importación, aprovechan para tecnificarse y ganar productividad, indicó.

Fuente: Página 12