El Valle de Uco se caracteriza por crecer gracias al trabajo constante y laborioso del inmigrante. Ayer -4 de septiembre- fue el día del inmigrante, por ello hoy publicamos un pequeño homenaje a quienes No nacieron en esta tierra, pero manifiestan un profundo amor por este terruño que les dio la oportunidad de sobrevivir, producir, crecer y formar una familia. Entre nueces y viñas, esta es la historia de Yolanda Balestra de Orazietti.
Tupungatina de 85 años, Yolanda es oriunda de Ancona, Italia, e inmigró hacia Argentina hace ya 65 años. La mujer, de origen italiano pero con corazón en Tupungato, recuerda su niñez en Italia, el desarraigo, y su incansable camino por establecerse en el Valle de Uco.
“De Italia me gustaba la cercanía que había de un pueblo al otro, acá hay que viajar mucho”, comenzó su relato doña Yoli, como le dicen sus amigos y vecinos. “Pero me enamore de Argentina desde un primer momento” agregó.
“Tuvimos que irnos de Italia por la guerra, teníamos mucho miedo, pasaban en camiones soldados armados, arrasaban con todo; teníamos miedo que los alemanes se llevaran a mi papá y a mis hermanos. Ponían bombas en la calle, si pisabas una en el mejor de los casos perdías una pierna”. Yoli, recuerda el mal momento que vivieron en Italia y porque finalmente decidieron marcharse, ya que sabían que en Tupungato se encontraban otros italianos, quienes llevaban un tiempo considerable en tierra valletana y podrían ayudarles.
Yolanda se embarcó a los 20 años junto a su familia, la familia de su esposo, y la familia de un tío. “Éramos 24 italianos que veníamos a Tupungato, todos familiares, y en Buenos Aires nos esperaba una tía de todos” cuenta la italiana, y recuerda los interminables 20 días que estuvieron en el mar, “no era un crucero, teníamos que limpiar todo el día, los hombres dormían por un lado y las mujeres por el otro, te levantabas y veías mar, te acostabas y veías mar”. Esta experiencia le dejó una fobia: no puede estar cerca de embalses de agua o simplemente donde circule abundante agua. Cuando llegó finalmente a tierra argentina, pasó varias noches teniendo pesadillas con el agua.
“Pasamos la primer noche en Buenos Aires, todos en la casa de una tía, y a la mañana siguiente nos subimos a un tren con asientos de madera que viajaba destino a Tupungato. No recuerdo cuantas horas viajamos, pero ¡he! ¡Que muchas horas!” relata Yoli y remarca los asientos de madera.
“Cuando llegamos acá era tiempo de cosecha, a mí me tocó con mi marido ir a Villa Bastias y recolectar nueces, a cada uno de los integrantes de la familia lo mandaron a una cosecha distinta”.
Cuando Yolanda y su familia llegaron a Tupungato, Humberto Giuliani -italiano que ya se encontraba instalado en el departamento hace un tiempo- los recibió, les brindo un lugar para dormir y les dio trabajo, “Dormíamos en una bodega, cada bordelesa separaba un colchón del otro, esas eran las habitaciones”.
“Más adelante conseguimos trabajo como contratistas, doce años trabajamos así y vivimos en la finca, hasta que pudimos comprar una casa en el centro”.
Con el transcurso del tiempo, Yolanda junto a su esposo Renato Orazietti, lograron comprar un campo: “Estaba lleno de yuyos, tuvimos que desmontarlo solos, luego sembramos chacras, hasta que más adelante pudimos plantar viñas”.
El matrimonio tuvo 4 hijas mujeres: Marta y Mirta (gemelas) Graciela e Ivana. La familia de Yolanda y Renato, junto a la mayoría de italianos que llegaron a este pueblo, conquistaron el corazón de la mayoría de los tupungatinos, y Tupungato conquisto el corazón de ellos. “Nunca me arrepiento de haber inmigrado a Argentina, y de haber establecido mi vida acá” remarcó Yoli durante toda la entrevista.
¡Feliz día del inmigrante a todos aquellos que lucharon y trabajaron en la conformación del pueblo valletano!
2 comentarios
La mas linda,la mas buena,la mas servicialde mis tias.Ella,hermana de mi padre,al igual que el,siempre estuvieron atentos y serviciales con toda su familia.Hermosa nota felicitaciones!!!
Felicitaciones por la nota. En mi familia, hay mezcla de inmigrantes de España, Italia y Siria, con historias muy interesantes y siempre deberíamos recordar para entender las cosas que vivimos en la actualidad.
Los comentarios están cerrados.