A comienzos de 2016 aún gobernaban en muchos países de la región los presidentes del llamado giro a la izquierda. Sin embargo, luego de un trienio convulsionado, los gobiernos de derecha pasaron a ser mayoría.
El paisaje político latinoamericano mutó profundamente en apenas tres años. Luego de una década y media en la que se consolidaron gobiernos de izquierda en la mayor parte de la región, impulsados por la expansión china y el valor récord de los commodities, presidentes que antes parecían invencibles empezaron a perder elecciones.
La caída de la demanda en el gigante asiático arrastró al precio de las materias primas, que bajó ostensiblemente. La desaceleración de la economía tras tantos años de crecimiento despertó un sentimiento de malestar en gran parte de la población latinoamericana, cuyos estándares de vida seguían lejos de ser ideales. Eso llevó a muchas personas a castigar en las urnas a los partidos que llevaban muchos años en el poder y a habilitar un proceso de alternancia política.
Como resultado de este giro, el mapa ideológico regional cambió abruptamente. Un continente que antes lucía pintado de rojo empezó a cambiar de color por el ascenso de gobiernos de centroderecha, menos estatistas y más afines al mercado.
El punto de quiebre fue el triunfo de Mauricio Macri en Argentina el 22 de noviembre de 2015, que puso fin a los 12 años de la experiencia kirchnerista. Luego, como un efecto dominó, se fueron produciendo cambios similares en muchos otros países.
Sin embargo, no todos los cambios de gobierno fueron en la misma dirección. Si bien se puede apreciar un claro corrimiento hacia la derecha, hay dos excepciones. La primera fue la llegada de Andrés Manuel López Obrador a la presidencia de México el 1 de diciembre de 2018, que puso fin al ciclo de alternancias entre el PRI y el PAN. La segunda fue nuevamente en Argentina, con la victoria de Alberto Fernández en los comicios del 27 de octubre, que implica el retorno del kirchnerismo al poder.
El repaso, país por país, de quién gobernaba en 2016 y quién gobierna ahora:
Argentina
Mauricio Macri asumió la presidencia el 10 de diciembre de 2016. Al frente de Cambiemos, una coalición de centroderecha compuesta por diversos partidos políticos, se presentaba como la antítesis del kirchnerismo y asumió con la promesa de realizar reformas pro mercado.
El binomio compuesto por Alberto Fernández y Cristina Kirchner ganó las elecciones del 27 de octubre en gran medida gracias al descontento con la política económica de Macri. El presidente electo promete un giro total en el manejo de la economía y recuperar las políticas de los primeros años de la gestión kirchnerista, que pueden considerarse de un populismo de centroizquierda.
Bolivia
Evo Morales, uno de los estandartes del giro a la izquierda en América Latina, gobernaba desde el 22 de enero de 2006 y había sido reelecto por segunda vez el 12 de octubre de 2014, con el 63% de los votos. A fines de 2015 parecía todo poderoso, pero su ocaso comenzó en febrero de 2016, cuando su intento de reformar la Constitución para poder presentarse a una nueva reelección fue derrotado en un referéndum.
Morales desconoció el mandato de las urnas y consiguió que la Corte Constitucional lo habilitara a volver a ser candidato a presidente, con el insólito argumento de que negárselo implicaba violar sus derechos humanos. Las escandalosas elecciones del 20 de octubre de 2019, en las que la OEA denunció graves irregularidades, desataron un estallido social que terminó con un motín policial y su renuncia el 10 de noviembre. El 12 de noviembre asumió en su lugar Jeanine Áñez, que era vicepresidenta del Senado y que tiene una orientación política contraria, de una derecha tradicional.
Brasil
Dilma Rousseff había obtenido la reelección por un estrecho margen en el balotaje del 26 de octubre de 2014. No obstante, el proyecto de alcanzar 16 años consecutivos en el poder del Partido de los Trabajadores —otro de los grandes exponentes del giro a la izquierda— quedó trunco en 2016, luego de que fuera destituida en un juicio político el 31 de agosto. La asunción de su vicepresidente Michel Temer, del centrista MDB, marcó el comienzo del vuelco ideológico en Brasil.
El cambio se volvió mucho más pronunciado el 28 de octubre de 2018, cuando Jair Bolsonaro derrotó en la segunda vuelta a Fernando Haddad, candidato del PT. El gobierno de Bolsonaro, considerado por algunos de extrema derecha, tiene una clara vocación anti estatista y pro mercado en materia económica.
Chile
La victoria de Michelle Bachelet, del Partido Socialista, en las elecciones de 2013 había significado el regreso de Chile a la senda de gobiernos moderados de centroizquierda que había inaugurado Ricardo Lagos en 2000, pero que se había interrumpido con el triunfo de Sebastián Piñera en 2010.
El propio Piñera volvió a inclinar la balanza para el lado de la centroderecha en las elecciones de 2017, cuando se impuso ampliamente a Alejandro Guillier, el candidato del oficialismo.
Colombia
Colombia es de los pocos países de la región que se mantuvo al margen de los bruscos cambios de orientación ideológica en los últimos años. Juan Manuel Santos llegó a la presidencia en 2010 como el candidato de Álvaro Uribe, que había liderado un gobierno de centroderecha en materia política y económica. Es cierto que en 2014 obtuvo la reelección enfrentado a quien fuera su mentor, pero no por un cambio en el rumbo económico sino por su decisión de sellar un acuerdo de paz con las FARC, que se concretó en 2016, con la oposición del uribismo.
El triunfo de Iván Duque, un delfín de Uribe, en los comicios de 2018, ratifica el orden general que viene llevando el país desde hace décadas, aunque supone una ruptura por la adopción de una política mucho más dura hacia las organizaciones guerrilleras.
Costa Rica
Al igual que Colombia, en Costa Rica también se vienen sucediendo gobiernos de una misma orientación política, que podría calificarse de centrista. En 2016 gobernaba Luis Guillermo Solís, del Partido Acción Ciudadana, que había llegado al poder en los comicios de 2014.
Las elecciones de 2018 implicaron una ratificación del rumbo del país, ya que ganó Carlos Alvarado Quesada, el candidato oficialista, que gobierna desde entonces sin haber hecho cambios significativos.
Cuba
Cuba lleva al extremo la ausencia de cambios políticos desde hace más de medio siglo. Pero Raúl Castro dejó de ser presidente del Consejo de Estado y de Ministros el 18 de abril de 2018, 12 años después de haber reemplazado a su hermano Fidel. Así abrió la puerta a una sutil transición, encabezada por Miguel Díaz-Canel, primer mandatario que no se apellida Castro en la historia cubana posterior a la Revolución de 1959.
No obstante, Castro continúa como primer secretario del Partido Comunista, máxima autoridad fáctica del país. De modo que la transición es, en el mejor de los casos, relativa.
Ecuador
Rafael Correa, otro de los emblemas del giro bolivariano en América Latina, dejó el poder en 2017, tras una década como presidente y dos reelecciones de por medio. El triunfo de Lenín Moreno, que era el candidato oficialista y había sido su vicepresidente entre 2007 y 2013, parecía garantizar la continuidad de la izquierda en el gobierno.
Sin embargo, Moreno rompió con Correa a poco de asumir. Adoptó una política mucho más centrista, se alejó del eje bolivariano y pactó con el FMI un plan económico ortodoxo, que apunta a reducir el abultado déficit fiscal dejado por su antecesor.
El Salvador
Salvador Sánchez Cerén fue el segundo presidente del giro salvadoreño a la izquierda, liderado por el ascenso del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN), que llegó al poder en 2009 tras el triunfo de Mauricio Funes en las elecciones.
Nyib Bukele terminó ese ciclo en los comicios del 3 de febrero de este año. Este excéntrico dirigente independiente, que acusa de corruptos a los gobiernos del FMLN, mantiene una línea de centro en los primeros meses de su gobierno.
Guatemala
Guatemela también se mantuvo al margen de los vaivenes ideológicos que caracterizaron a la región. Jimmy Morales había ganado las elecciones del 14 de enero de 2016 con un discurso conservador y la promesa de luchar contra la corrupción que había caracterizado a su antecesor, Otto Pérez Molina.
No obstante, él mismo se vio envuelto en graves denuncias y no pudo promover a ningún candidato propio para sucederlo en los comicios celebrados en junio y agosto de este año. Quien se impuso fue Alejandro Giammattei, del partido de centroderecha de Vamos, que asumirá la presidencia en 2020.
Honduras
Honduras es de los pocos países en los que no hubo cambio de gobierno en el último trienio. Desde enero de 2014 gobierna el conservador Juan Orlando Hernández.
Su mandato debía concluir en 2018, ya que la Constitución prohíbe la reelección consecutiva. Pero Hernández logró que la Corte Suprema lo habilitara en un muy controversial fallo. Además, las elecciones del 26 de noviembre de 2017 estuvieron plagadas de irregularidades y su rival, Salvador Nasralla, denunció un fraude electoral.
México
Enrique Peña Nieto había logrado en 2012 el regreso al poder del PRI, ese partido inclasificable ideológicamente, que había sido la fuerza hegemónica de la política mexicana durante 70 años, hasta ser derrotada por el PAN en los comicios del 2 de julio de 2000.
Pero Peña consiguió también hundir al viejo partido de los caudillos. En los comicios del 1 de julio de 2018, el PRI hizo la peor elección de su vida y permitió el triunfo de Andrés Manuel López Obrador, primer presidente de izquierda en la historia reciente de México.
Nicaragua
Es otro de los países en los que no hubo cambio de gobierno. Daniel Ortega, del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN), gobierna desde 2007 tras múltiples reelecciones repletas de denuncias.
El aliado de Nicolás Maduro consiguió en 2014 una reforma constitucional para habilitar la reelección indefinida, ganó en 2016 unas elecciones en las que impidió la participación de los principales partidos opositores, y desde 2018 reprime brutalmente al masivo movimiento de protesta que surgió para combatirlo.
Panamá
Panamá se ha mantenido al margen de los giros ideológicos bruscos. En 2016 gobernaba Juan Carlos Varela, del Partido Panameñista, un partido de centroderecha convencional.
En las elecciones del 5 de mayo de 2019 se impuso Laurentino Cortizo, del Partido Revolucionario Democrático. Más allá de su nombre y de un origen ligado al populismo de izquierda, desde hace tiempo mantiene una orientación política y económica de centroderecha.
Paraguay
Tras el súbito fin en un juicio político exprés del gobierno de Fernando Lugo, que había sido el tímido intento de giro a la izquierda en Paraguay, volvió al poder el Partido Colorado, el tradicional partido paraguayo políticamente conservador y económicamente liberal.
Horacio Cartes gobernó entre 2013 y 2018, cuando asumió la presidencia su copartidario Mario Abdo Benítez.
Perú
Pedro Pablo Kuczynski, un tecnócrata liberal, ganó las elecciones del 10 de abril de 2016 en Perú no tanto por el apoyo hacia su figura como por el rechazo hacia Keiko Fujimori. Eso le permitió vencerla en el balotaje por un mínimo margen.
Pero el poder del fujimorismo en el Parlamento lo forzó a renunciar el 23 de marzo de 2018 para no ser destituido por la difusión de un escándalo de corrupción derivado del Lava Jato en Brasil. En su lugar asumió su vicepresidente, Martín Vizcarra, otro cuadro técnico de centroderecha, que se volvió muy popular por su determinación para transparentar la política peruana, que lo llevó a enfrentarse con el Parlamento y a cerrarlo tras un inédito choque de poderes.
República Dominicana
Danilo Medina es otro de los que permanece en el poder desde hace más de tres años. El líder del centrista Partido de la Liberación Dominicana, llegó a la presidencia en 2012 y fue reelecto en 2016, gracias al fenomenal crecimiento económico que experimenta el país.
Uruguay
El cambio de gobierno que se confirmó el mes pasado en Uruguay es uno de los más significativos de los últimos años en la región. La victoria del Frente Amplio, una alianza de partidos de izquierda y centroizquierda, en las elecciones de 2004, fue un hito en la política local.
Tabaré Vázquez, que gobernó entre 2005 y 2010, regresó al poder en 2015, tras suceder a su copartidario José Mujica. Pero el ciclo frentamplista llegó a su fin con la victoria de Luis Lacalle Pou en los comicios del 24 de noviembre pasado. El hijo del ex presidente Luis Alberto Lacalle pertenece al Partido Nacional, la fuerza tradicionalmente conservadora del país.
Venezuela
El último es el caso más trágico de todos, por la envergadura del desastre en el que está sumergida Venezuela desde hace por lo menos cinco años. Nicolás Maduro encabeza el ciclo político de izquierda más antiguo y más radicalizado de la región —exceptuando a Cuba—, ya que comenzó en 1999 con el triunfo de Hugo Chávez.
No obstante, su gobierno es desconocido por casi 60 países. Además de clausurar de hecho la Asamblea Nacional y crear una paralela —la Asamblea Nacional Constituyente—, encerrar y asesinar a opositores políticos, las elecciones del 20 de mayo de 2018, en las que obtuvo la reelección, son consideradas ilegítimas porque proscribió a los principales dirigentes y partidos opositores, y no autorizó ningún tipo de auditoría externa.
Fuente: Infobae