La firma tendría aprobado un preacuerdo para pasar a manos de Greylock Capital.
Tras más de 6 años en una crisis financiera que la llevó al concurso de acreedores, Alco parece haber encontrado la luz al final del túnel con el probable traspaso al fondo de inversiones estadounidense Greylock Capital.
Es la salida que esperan los trabajadores, con casi $ 20 millones por 2 meses de salarios y aguinaldo 2016 por saldar para cerrar trato, e incluso el Gobierno provincial, para cobrar una millonaria acreencia de Ingresos Brutos.
Desde la empresa capaz de procesar 100 millones de kilos de tomate y durazno, se escudan en la confidencialidad del preacuerdo para no dar cifras, pero admiten que la firma del acuerdo final es inminente.
Según un accionista que en su momento debió afrontar la convocatoria, la llegada de Greylock “permitirá una capitalización muy importante, que va a garantizar fuentes laborales y la continuidad de la empresa, sin ceder el control”.
De la mesa de negociaciones entre la familia Carballo, titular de Industrias Alimenticias Mendocinas S.A. (Iamsa) desde mediados de los ’70, y ejecutivos estadounidenses, también participó el ministerio de Producción de la Nación, que lidera Francisco Cabrera.
Es que luego de los Repro para solventar salarios, Alco accedió a un salvataje de $ 150 millones y últimamente a una asistencia indirecta a través del Fondear para que sus seis plantas (incluso las de Tupungato, Tunuyán y San Rafael) se mantuvieran operativas.
Fue un crédito de $ 35 millones al grupo Baggio que compró insumos para que Alco elaborara a fasón, lo que hizo sonar a Baggio como potencial socio.
Ahora, el acuerdo entre los Carballo y Greylock tiene a marzo como meta.Todo depende de que la Justicia homologue la reestructuración societaria en la causa radicada en el Juzgado Nacional en lo Comercial Nº 1, secretaría 2 de Capital Federal, y de finiquitar un tema sensible a la actualidad de la empresa, como la cancelación de una parte de su pasivo.
Cuenta regresiva
Con sede en Nueva York, Greylock es conocido por apostar a inversiones de riesgo con un aporte de capital inicial.
“El fondo se especializa en estrategias de retorno absoluto impulsadas por eventos en los mercados crediticios globales, e invierte en activos subvaluados, angustiados y de alto rendimiento en todo el mundo”, indican desde el grupo con sede en Nueva York, que cuenta con un equipo preparado para “identificar mercados poco analizados, pasados por alto o ineficientes, donde las condiciones están mejorando y extraer valor”.
En su última visita a Estados Unidos, el propio gobernador Cornejo se encontró con representantes de Greylock, entre otros capitales para tentarlos a invertir en Mendoza. Resulte lo que resultare, lo cierto es que desde el Ministerio de Economía insisten en que la nueva sociedad asegure estabilidad a 1.800 trabajadores.
Mientras, a Iamsa, que en 2016 suspendió a 600, tratos como el de Baggio le dan aire. También con la cordobesa Dulcor, que procesa en San Rafael 2,5 millones de frascos de dulce de durazno y damasco.
Quienes conocen el camino de Alco los últimos años remarcan una razón de la crisis: la descapitalización del grupo. Un deterioro a raíz de escasa inversión en mantenimiento y tratos poco rentables, como la preventa de enlatados a cadenas casi al costo, junto a altas tasas de interés.
Pero hay otra motivación para que se concrete la reestructuración con Greylock, y se relaciona con las arcas provinciales. Es que Alco debe más de $ 7 millones en concepto de Ingresos Brutos.
Prohibido ajustar
El secretario de Industria, Guillermo Cruz, promete extremar el control mientras el cambio de sociedad avanza para evitar que haya despidos.
“La empresa debe presentar un plan de cancelación de la deuda de salarios a marzo. Comenzó activa la campaña 2017 y garantía de mantener al personal”, afirmó Cruz.
Tras reunirse con el CEO de Iamsa, Carlos Bhemby, el funcionario hizo una analogía “con un enfermo que salió de terapia intensiva pero sigue con una fiebre que, al menos, no sube. Pero necesitan fortalecerse para seguir. Es el gran problema de una firma que incide en la economía de cuatro provincias junto a Mendoza”.
La situación mantiene en vilo al Sindicato de la Alimentación, tanto en Mendoza como en San Rafael. Asumen que puede haber cambios pronto perosobre todoque se necesita dinero fresco para reactivar las plantas que procesan pulpa de tomate, cóctel de fruta, durazno, conservas de granos y mermeladas.
Al respecto el secretario general, Elio García, miembro de la llamada Mesa de Diálogo junto a funcionarios, reclamó al Gobierno que actúe más enérgicamente “y apriete como tiene que apretar”.
En la misma línea se pronunció por su parte Ricardo Bertero, responsable del sindicato en el Sur provincial, frente a la situación de la planta de Real del Padre.
“La expectativa está, pero los accionistas tendrán que esforzarse para vender una planta en la que no invirtieron nada en los últimos cuatro años”, diagnosticó Bertero.
Una historia conflictiva: lo que pasó en estos años
Cabe recordar que Alco-Canale, que controla hasta ahora 6 plantas agroindustriales en todo el país incluidas las de Cordón del Plata, Tunuyán y Real del Padre, fue a concurso en 2010 como corolario de las deudas acumuladas desde 2008, que fue homologado en 2015 con opciones de pago a 10 años a 75% de los acreedores.
Así, se aferró a un savataje nacional de $ 150 millones en dos cuotas que irían a sus proveedores y mantenerse operativa, pero la demora (y la inflación acumulada) lo volvió insuficiente.
Sobre fines de 2016, Alco suspendió a unos 600 trabajadores permanentes que tiene en las tres plantas que posee en Tunuyán, Tupungato y Real del Padre, en San Rafael.
Y la de Lavallol (Buenos Aires) no tuvo el mejor inicio de febrero; allí los trabajadores denunciaron vaciamiento de la empresa.
Fuente: Los Andes