Solo el 5% de la población carcelaria ha terminado la secundaria, y más del 70% de las personas privadas de su libertad en los centros penitenciarios de todo el país, no superan el nivel de educación primario.
Estas estadísticas se desprenden del año 2012, mostrando que el principal problema de los hechos delictivos y de la inseguridad es la falta de educación de quienes los cometen. Y peor aún, los delincuentes llegan a cárceles donde sólo se los encierra, recibiendo muy poca educación, y con altas posibilidades de volver a delinquir.
En este sentido, y con el objetivo de educar a los jóvenes y generar la reflexión de ellos para prevenir situaciones de encierro por hechos delictivos, se realizó la Jornada “Arte, Libertad y Derechos” en Tunuyàn. La actividad fue organizada por la Universidad Champagnat y la Municipalidad de Tunuyán. Participaron jóvenes de todo el departamento y de distintas edades.
La jornada departamental es parte de un programa que desarrolla y lleva adelante el gobierno provincial. Son talleres destinados a estudiantes de nivel secundario, CEBA, CENS y estudiantes del nivel superior. Duran aproximadamente tres horas, se expone el encuadre teórico de los DDHH, y luego se emiten film realizados en Mendoza.
Estos documentales de jóvenes en contextos de encierro son un motor para comenzar un debate en el que se piensa el fenómeno de la perdida de la libertad, la vulneración de derechos, y las historias de vida.
Los documentales muestran a chicos de 16 a 21 años que están en la cárcel: allí los jóvenes advierten que es terrible estar en la cárcel, que es doloroso, y que cambian sus biografías, no son los mismos desde que pierden su libertad. También se muestra como mujeres y hombres en la cárcel corren el riego de la reincidencia “porque en realidad la cárcel no educa, salvo que los presos decidan educarse, pero sino la cárcel solo es perder la libertad” señala Mónica Balada, referente provincial de la Secretaria de Memoria y Derechos Humanos encargada de realizar estas jornadas.
La funcionaria de la Secretaria de Derechos Humanos expone la estrecha vinculación que existe entre las personas que se encuentran presas y su falta de educación. “En las estadísticas del 2012, hay precisión de que solo el 6% de quienes están presos tienen la primaria terminada y sólo un 5% tienen el secundario. Es decir, que la falta de educación y la pérdida de la libertad tienen estrecha vinculación”.
Durante la jornada, Jorge Giaquinta, Decano de la Facultad Champagnat, enfatizó lo importante que es la responsabilidad social universitaria al hacerse eco de estas problemáticas en la comunidad donde la institución educativa está inserta, más aun cuando esta institución desde hace un año dicta la carrera de grado en Derecho.
Por su parte Graciela Soliz, de gestión social de la Municipalidad de Tunuyán, remarcó la responsabilidad que se tiene como institución “en hacer reflexionar a nuestros para que no lleguen a situaciones de encierro”