En los altos cargos de decisión dentro de las corporaciones, las mujeres ocupan sólo entre el 2 y 3 por ciento de los puestos y uno de los principales obstáculos que deben atravesar en sus carreras es la discriminación salarial, según un informe privado.
El artículo «Mujeres en la cumbre corporativa, el caso de la Argentina» fue publicado por la investigadora Lidia Heller en la revista del Centro de Estudio de Sociología del Trabajo de la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad de Buenos Aires (UBA).
Para la investigación se entrevistaron a 20 mujeres ejecutivas y se estableció que las barreras de ingreso a puestos de dirección se deben a factores internos y externos.
Las razones internas que constituyen una barrera para el crecimiento profesional -según el trabajo- son la falta de autoestima, la inseguridad, la falta de ambición, desconfianza y liderazgo para influenciar en otros.
Los factores externos incluyen la cultura de la organización y procesos de reclutamiento, selección y promoción dentro de las compañías.
La mujer directiva promedio tiene 48 años, es casada, tiene hijos, posee altas credenciales educativas ya que cursó masters y posgrados en el exterior en carreras de Management e Ingeniería.
Supera las 55 horas semanales de trabajo y cuenta con apoyo doméstico para el avance de su carrera.
En promedio, destina cerca del 10 por ciento de sus ingresos al pago del servicio doméstico. Aportan con sus ingresos a solventar más del 50 por ciento del presupuesto familiar. La mayoría no ha rechazado promociones o ascensos. Son ambiciosas, mantienen el control activo de sus carreras y no reconocen discriminación.
No obstante, el hecho que una mujer tenga los mayores niveles de estudio no le garantiza llegar a posiciones de primer nivel en las organizaciones.
En relación a las remuneraciones, todavía persisten brechas de género y las mujeres profesionales llegan a percibir el 60 por ciento del salario que cobran sus colegas varones.
En la Argentina, hay brecha salarial en todos los sectores, excepto en salud y educación, donde se mejoró la situación a partir del 2009.
Las remuneraciones más elevadas se encuentran en sectores relacionados con la tecnología, los servicios financieros (bancos y seguros) y petroleras.
Los principales obstáculos identificados por las ejecutivas entrevistadas para acceder a posiciones de poder remiten a cuestiones internas o personales, como el ejercicio del liderazgo diferente al normal de la organización y los compromisos personales y familiares.
Entre los condicionamientos externos se citan temas de política interna dentro de las organizaciones y estereotipos sobre el rol de la mujer.
(Fuente: Agencia Télam)