Las clases de apoyo empiezan el 13 de febrero y son obligatorias, con un cumplimiento del 80% de la asistencia a esas horas de clase.
Sara Lucero, directora de Educación Secundaria, explicó que «los profesores y los alumnos empezarán al mismo tiempo. El chico tiene que ir en el horario de las materia que adeuda, y por eso les decimos a los papás que en esa semana se fijen que vayan, que estudien previamente para llevar dudas, porque si no, cómo van a preguntar. Tienen que ir con los temas ya vistos».
De todos modos, aclaró, los profesores deben llevar al aula durante la hora de apoyo actividades para realizar, como por ejemplo, una revisión de los temas centrales basados en el examen complementario de diciembre, para que los alumnos la rehagan y sean corregidos los errores. La idea es que durante esa semana el encuentro entre los profesores y los alumnos sea lo más productivo posible.
La funcionaria aclaró también que la asistencia debe ser del 80% de las horas de clases de apoyo, de lo contrario no podrá rendir el espacio curricular, al menos que presente un certificado médico o tenga una razón de peso para no concurrir.
«Le pedimos a los papás que vayan viendo que los chicos estudien, que hagan tareas y que vayan a las horas de apoyo, más allá de que el chico está asistiendo a clases con un profesor particular, es una semana nada más».
Y agregó que «es importante que los chicos se encuentren con el profesor, que vean qué les van a tomar y pregunten, porque los profesores saben qué temas son más difíciles».
Puede ocurrir que el profesor que daba clase el año pasado, ya no esté porque se haya terminado la suplencia, o por enfermedad, ante lo cual las escuelas están autorizadas a realizar los llamados para cubrir los cargos de manera anticipada, u organizar las horas de apoyo con los profesores del espacio curricular correspondiente que está disponibles en otros cursos.
Para Lucero, «si este fuera el caso, con más razón tienen que ir a las clases de apoyo porque puede suceder que ese profesor disponga tomar temas que no fueron vistos en otra división, es decir, en cualquier circunstancia, es mejor que los chicos se encuentren con los alumnos antes de las mesas».