¿Por qué te molesta tanto que tu pareja te pregunte qué hay de cena? La respuesta la tiene la carga mental.
El concepto de carga mental era totalmente desconocido para el común de los mortales hasta que la ilustradora francesa Emma salió a la palestra con el cómic “Me lo podías haber pedido”. Fue publicarlo y empezar a recorrer las redes. Pronto se tradujo al inglés y de ahí al español. ¿Por qué se ha hecho viral este cómic? Pues porque habla de lo que nadie habla cuando se debate sobre correponsabilidad. Habla de lo que no se ve, es decir, de ese ingente montón de tareas mentales relativas a la organización y planificación de la vida doméstica y familiar. Habla de la carga mental.
¿Qué es la carga mental?
La carga mental es un concepto que señala el desequilibrio en el reparto de las tareas mentales relativas a la oganización y planificación de la vida doméstica y familiar. Y, sí, lo habéis adivinado. Recae sobre las madres.
¿De que tipo de tareas hablamos?
- Qué va a comer y cenar la familia
- Qué llevan los niños de almuerzo o merienda
- Si hace falta comprar ropa y/o zapatos para los niños
- Hacer la lista de la compra
- Qué ropa se ponen los niños
- Atender los requerimientos de la guardería o colegio
- Organizar la ayuda doméstica (cuándo, quién, qué)
- Agendar cumpleaños de amigos niños/as y compra del regalo
- Estar pendiente de las revisiones médicas de los hijos.
- Recordar citas veterinario mascota.
- Organizar quién va a cuidar del niño/s los días no lectivos pero laborables.
- Organizar fiesta de cumpleaños de los hijos.
- Gestionar la compra de regalos de Navidad, Ratoncito Perez y otras fiestas.
- Cuándo hay que cambiar las sábanas de las camas.
- Cuándo hay que cambiar las toallas.
- Cuándo hay que hacer cambio de armario (sacar/guardar ropa de temporada).
- Qué hay que meter en la bolsa del bebé o en las maletas niños en caso de viaje.
- Atender al estado emocional de los niños (conflictos en el colegio, peleas hermanos, estado de ánimo del niño…).
Y seguro que nos dejamos alguna.
Todo este montón de tareas recae principalmente sobre las mujeres. De ahí el concepto de “carga”. Porque lo invisible pesa, y mucho.
Por eso cuando tu pareja te pregunta qué van a cenar los niños sientes un puñetazo en el estómago. ¡Ahora ya lo sabes!
¿Por qué la carga mental recae sobre las mujeres?
Shira Offer, autora del estudio 500 familias, cree que las expectativas sociales conducen a las mujeres a asumir el papel de administradoras del hogar, lo que les lleva a responsabilizarse de los aspectos menos agradables de la vida familiar.
Aunque ambos trabajen fuera, ellas siguen asumiendo el rol de “jefas” del hogar, mientras que ellos se posicionan en un papel secundario, el de ayudante:
Ellos esperan recibir “órdenes”, indicaciones, peticiones de tareas ejecutables pero pasan por alto (y ellas muchas veces también) que planificar, gestionar, organizar… ¡ya es un trabajo en sí mismo! Mental, sí, pero trabajo. ¿O no contratan las empresas personas para que hagan estas funciones?
Y aquí es cuando surge el desequilibrio.
No hemos estado viendo el cuadro completo: mantener un hogar y una familia no solo conlleva tareas como limpiar y cocinar (en las que tampoco hay un reparto equitativo, recordamos que en España según el INE las mujeres dedican 2 horas más al día a las tareas del hogar y tienen 1 hora menos de ocio), sino que hay un montón de tareas mentales que las mujeres están asumiendo casi sin que nadie repare en ello. Como dice Emma: “en el fondo les estamos pidiendo que hagan el 75% del trabajo”.
Las madres afrontan entonces un estrés añadido, que no afecta de igual modo a los padres. En este sentido, hay un dato profundamente revelador:
Los niveles de hormonas del estrés descienden en los varones cuando llegan a casa, al contrario que lo que les sucede a las mujeres.
(Scientific American Review).
¿Por qué la carga mental genera estrés y malestar a las madres?
Este tipo de tareas tienen unas características particulares que hace que sea difícil su manejo:
- Son invisibles a ojos de la sociedad, incluso para las personas que las realizan.
- En muchas ocasiones son simultáneas, se hacen en paralelo a otras actividades físicas.
- Tiene un alto grado de imprevisibilidad y no suelen contar con un tiempo propio en las agendas y plannings.
- Son difícilmente cuantificables.
- No tienen un principio y un fin claro, por lo que suponen una actividad psicológica constante.
- No cuentan con reconocimiento ni valoración social.
¿Deberíamos preocuparnos?
En comparación con los hombres, las madres presentan mayor estrés y fatiga y niveles más bajos de felicidad (American Sociological Review, 2, 2016). ¿Esto te importa?
La carga mental es una de las causas, no la única. Pero es una sobre la que podemos tomar conciencia ya para empezar a buscar soluciones. Ese es uno de nuestros objetivos.
Visibilicemos el trabajo mental, intelectual y emocional de las mujeres.
Equilibremos la balanza.
(fuente: https://i2.wp.com/armomi.com/wp-content/uploads/2017/09/comic-emma-clit-12-1.jpg?w=643)