La reforma eleva el mínimo no imponible a $37 mil para casados y $28 mil para solteros, fija una nueva escala y nuevas deducciones.
La Cámara Baja comenzó a sesionar cerca de las 12 para convertir en ley el proyecto de reforma al impuesto a las Ganancias acordado por el Gobierno, la CGT y los gobernadores, que fue aprobado ayer por el Senado, y que establece elevar el mínimo no imponible, una nueva escala y nuevas deducciones para aliviar el costo que tiene la aplicación de este tributo en los salarios.
Antes, el diputado nacional Felipe Solá (Frente Renovador) aseguró que la Cámara de Diputados no impulsará cambios sobre el proyecto de reforma y que la ley se votará «tal cual está» porque no hay tiempo para que vuelva a la Cámara Alta y porque es un tema que «no se puede postergar».
El ex gobernador bonaerense y actual diputado del massismo afirmó: «No creo que haya discusión. No podemos hacer cambios, porque volvería al Senado y no hay fecha para tratarlo. No lo podemos postergar, vamos a votar la ley tal cual está».
Solá criticó a Mauricio Macri por su reacción ante la aprobación, en Diputados, del proyecto opositor que modificaba el régimen del impuesto, y destacó el papel del Frente Renovador en el debate.
«El Presidente rompió el vidrio de emergencia en Diputados, sacó el hacha y perdió la compostura. Señaló a gente con errores groseros», aseguró el diputado, en declaraciones a FM Futurock.
Sobre el rol del massismo en la discusión, dijo que «si no hubiera sido porque el Frente Renovador puso está ley sobre la mesa, no hubiera aparecido el proyecto (oficialista) cinco horas después», y acusó al Gobierno de haber querido dilatar las modificaciones.
«Pensaban pasar el año sin cambiar Ganancias y usarlo como un elemento de extorsión en las paritarias», dijo.
Consultado sobre posibles presiones del Gobierno a los gobernadores para que, como finalmente sucedió, no se tratara el proyecto opositor en el Senado, Solá consideró que existieron.
La reforma
El proyecto de ley que modifica el Impuesto a las Ganancias elevando el mínimo no imponible a 37.000 pesos brutos (30.500 de bolsillo) para casados con dos hijos y a 27.941 pesos brutos (23.200 de bolsillo) para solteros.
El techo del monotributo que estaba en 400.000 y 600.000 pesos anuales pasó a 700.000 y $1.050.000.
Esta ley origina un costo fiscal bruto de casi cincuenta mil millones de pesos que será compensado, en parte, con los nuevos impuestos con los que se recaudarían casi 6.800 millones de pesos.
A ese número se suma un recupero, a través del dinero que vuelve en consumo por la modificación de Ganancias de, por lo menos, 9.000 millones de pesos.