Tunuyán continua siendo una ciudad que cuenta con “basurales improvisados”, no tan solo en zonas alejadas del núcleo central. Ya cualquier lugar se vuelve habitual para que la gente arroje sus desperdicios y aquellas cosas que no usa.
En tiempos de crisis hídrica desde este medio siempre se resaltó el cuidado del medio ambiente y del agua consultando a voces autorizadas que supieran darnos una respuesta a la problemática. Así por ejemplo se trató sobre la contaminación del Arroyo Claro donde quedo aclarado que el municipio había tomado todas las medidas posibles por conservar su limpieza y que el problema atravesaba por la conciencia personal de cada vecino.
Actualmente la falta de cuidado por parte de la población se demuestra con tan sólo observar dicho afluente que se ubica en las cercanías de la calle 25 de Noviembre.
Las postales que muestra el agua son lamentables. Se forman en muchos puntos del mismo “islotes de basura” acumulada. Asimismo la basura solida, según pudimos ver y constatar, es arrojada por la gente que vive en el lugar sin sentido alguno ya que los camiones recolectores de residuos recorren el lugar con normalidad.
Por esta razón se afirma que desde el municipio se tiene conocimiento del problema pero se dificulta controlar uno por uno a quienes arrojan sus sólidos en el agua. Asimismo vale contar que en todas las calles, barrios y acequias se observa la misma problemática que demuestran actos de inconsciencia e irresponsabilidad que da cuenta que queda mucho por aprender como “sociedad avanzada”.