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Irrigación solicitó decretar emergencia hídrica en Mendoza

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Ayer en el encuentro de presentación de perspectivas hídricas estacionales el titular de Irrigación, José Luis Álvarez, explicó que durante el invierno no ocurrieron nevadas significativas en alta montaña ya que la corriente conocida como «El Niño» actuó en el Océano Pacífico. En consecuencia los volúmenes de escurrimientos para cada río no superarán el 75% del promedio histórico. La excepción será el río Tunuyán.

En la presentación del Pronóstico de Escurrimiento de los ríos de Mendoza, José Luis Álvarez destacó: “Atravesamos nuevamente una situación crítica que nos obliga a mantener la emergencia hídrica. Por esto todos los organismos vinculados a la administración del agua, solicitaremos al gobernador Francisco Pérez un nuevo decreto que extienda esta condición”.

Teniendo en cuenta que Mendoza se encuentra ante la presencia de años pobres en el terreno hídrico, entre un 15 a 35% menos que el promedio histórico, Álvarez hizo hincapié en la necesidad de realizar obras que contemplen derrames pluviales. “Los mendocinos debemos retomar una conciencia vinculada a la Cultura del Agua. En este proyecto debemos trabajar en conjunto con todos los organismos vinculados al recursos hídrico, pensemos por ejemplo que el consumo de agua potable representa un 15% del total del agua disponible”, enfatizó

Apoyando estas declaraciones, el presidente del Ente Provincial de Agua y Saneamiento (EPAS), Javier Montoro, mencionó que los mendocinos “estamos ante un momento de altísimo consumo de agua potable. De 240 litros diarios que marca la OMS (Organización Mundial de la Salud), como consumo promedio por habitante, en Mendoza la cifra es de 600 litros”.

Crisis hídrica

Hasta septiembre de 2012, la acumulación nívea (entre los paralelos 30º y 36º de latitud Sur), determina una temporada deficitaria en relación a los valores medios históricos, en todas las cuencas de los ríos Mendoza. Se observa que la acumulación nívea actual, en las altas cuencas de los ríos cordilleranos, está entre las más bajas de los últimos años.

Si bien se registraron nevadas en el mes de abril sobre todas las cuencas, la acumulación nívea de este año se inició a fines del mes de mayo, mes en el que las precipitaciones son de muy escasa acumulación. A mediados y a fines del mes de junio se observan dos aumentos en los registros de precipitaciones, lográndose una cobertura tanto en altura como en la parte baja de los valles cordilleranos. Estás dos nevadas han sido de las más significativas de todo el invierno. Este escenario se mantiene casi todo el mes de agosto, en el cual no se presentan las grandes nevadas esperadas, con las que se hubiera  logrado una mejor acumulación de nieve en todo el frente cordillerano.

Sólo se lograron valores similares a los medios históricos en el centro de la provincia, estando muy por debajo de los normales, tanto en el norte como en el sur provincial.