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Irán y Arabia Saudita aseguran que están preparados para la guerra

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La tensión entre estas potencias de Medio Oriente es cada vez mayor y, ambas naciones podrían iniciar un enfrentamiento armamentístico. Estados Unidos, como de costumbre, sería uno de los principales impulsores de la contienda militar.

En medio de un clima de creciente tensión regional, los gobiernos de dos de las principales potencias rivales, la monarquía de Arabia Saudita y la teocracia de Irán, advirtieron que no temen una nueva guerra y están listos para ella. 

Arabia Saudita no busca la guerra, pero responderá con firmeza ante cualquier amenaza. No permitiremos a Irán llevar a cabo actos hostiles contra el reino. El reino responderá con toda la fuerza y firmeza si la otra parte escoge la guerra», aseguró el canciller saudita Adel al Yubeir en una conferencia de prensa en Riad. 

Irán, por su parte, también intentó hacer un difícil equilibrio entre la moderación y la amenaza, pero identificó como su enemigo a Estados Unidos, el principal aliado internacional de la monarquía saudita. 

«Nosotros no buscamos la guerra, pero tampoco la tememos. Esta es la diferencia con ellos (los estadounidenses), que tienen miedo de la guerra y no tienen voluntad para ella», alertó el comandante en jefe del cuerpo de élite los Guardianes de la Revolución, Hossein Salami, en una ceremonia militar difundida por la televisión estatal.

«La filosofía de los estadounidenses es saquear naciones y allanar el camino para la esclavitud moderna y el dominio unilateral, y esa filosofía política genera guerra, no poder», agregó, citado por la agencia de noticias EFE. 

La tensión empezó a crecer en la región cuando el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, dio un giro de 180 grados a la política que había tenido su antecesor, Barack Obama, hacia Irán, abandonó el acuerdo nuclear multilateral y volvió a imponer sanciones unilaterales a la república islámica.

Desde entonces, las advertencias y las amenazas han sido constantes, pero hace unos días, la tensión alcanzó un nuevo pico cuando el Pentágono envió un portaaviones y bombarderos B-52 al golfo Pérsico para enfrentar potenciales amenazas iraníes, detectadas por los servicios de inteligencia norteamericanos.

Poco después, Arabia Saudita denunció un ataque contra dos estaciones de bombeo de petróleo de la compañía estatal Aramco cerca de la costa de Emiratos Árabes Unidos e inmediatamente acusó a Irán.

El ataque finalmente fue asumido por el movimiento rebelde hutí, el mismo que Arabia Saudita bombardea hace ya cuatro años en Yemen y al que acusa de ser un títere de Teherán. 

Las amenazas de Arabia Saudita e Irán coinciden con la víspera de la reunión del Comité Ministerial Conjunto de Supervisión encargado de verificar el compromiso pactado por la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) -de la cual tanto Riad como Teherán son miembros- y otros diez productores independientes, entre ellos Rusia.

La reunión contará con representantes de ambas potencias rivales y se realizará en Yeda, la segunda ciudad más importante de Arabia Saudita.

Fuente: Télam