Inspector se enteró que una mujer viajaba con su hija afiebrada y la esperó en San Carlos con ibuprofeno

Por Abi Romo

Ocurrió el sábado. Natalia, la mamá de la nena, destacó el gran gesto del empleado en las redes y se hizo viral.

El pasado 20 de julio, Natalia Castronovo y su hija Rubina vivieron una experiencia emocionante cuando viajaban en un colectivo de la empresa Cata de regreso a su casa, en San Rafael.

La mamá y su pequeña de 8 años se habían ido el sábado temprano a la Ciudad de Mendoza con motivo de pasar el día. A la hora de regresar, estando en la Terminal de Ómnibus, Rubina comenzó a sentirse mal. «Como habíamos salido tan temprano pensé que estaba cansada. Le llamé a su pediatra y me dijo que le diera un ibuprofeno, que seguramente estaba incubando algo. En ese momento estaba por salir el colectivo y a la Terminal de Mendoza la están arreglando así que no habían farmacias, entonces subimos», comenzó a relatar la mujer en comunicación con El Cuco Digital.

Con el pasar de los minutos, al contrario de mejorar, Rubina continúo empeorando y poco antes de llegar al departamento de Tunuyán le exclamó a su mamá que se sentía muy mal. «Le toque la frente y hervía, y viste que a los chicos les puede dar convulsiones, así que había que bajar la fiebre», continuó contando Natalia.

La progenitora, ya desesperada, le preguntó a otras mamás que viajaban en el mismo colectivo si tenían algún analgésico pediátrico, pero el resultado fue infructuoso.

Ya, sin mucho más que hacer, Natalia recurrió a su último recurso: pedir ayuda a los chóferes. «Les dije ‘tengo a mi hija que está con mucha fiebre, ¿no pueden ustedes llamar a la terminal de Tunuyán y que alguien de la boletería me compre y yo bajo y se lo pago para no demorar el colectivo?’, pero me dijeron que no podían porque no tenían el teléfono».

Natalia, angustiada por la situación regresó a su asiento junto a su pequeña y decidió bajarse en Tunuyán, sin embargo, en ese momento llegó uno de los chóferes y le dijo: «Hay un señor en Eugenio Bustos que dice que escuchó por radio y nos avisó que él te lo va a comprar». «No lo podía creer. Se ve que hablaron por radio a Tunuyán, ahí les dijeron que no parece, pero este hombre que también es empleado escuchó», contó alegremente la mujer.

Tras un dramático viaje, el colectivo con destino a Malargüe llegó a la Terminal de Eugenio Bustos, en el departamento de San Carlos. Natalia bajó y allí estaba el inspector Ricardo Chacón esperándola con una bolsita en la mano que contenía el ibuprofeno para Rubina. «Me dijo ‘bueno, acá está la factura’, le dije ‘no, que factura, ¿cuánto te salió?’ y me dice ‘son solo 200 pesos’; después más tranquila miro y le había salido unos pesos más», dijo entre risas.

Natalia ahondó en detalles sobre la breve conversación que tuvo con Roberto, y continuó contando: «Le digo ‘no tengo palabras para agradecerte lo que acabas de hacer’, él me dijo ‘no por favor, agradécele a los chóferes’, pero le dije ‘no, porque si vos no hubieses escuchado y hubieses dicho que lo ibas a comprar yo me tendría que haber quedado en Tunuyán con ella con fiebre’».

Finalmente, para no olvidarse nunca de él y para que el resto de la comunidad pudiera conocerlo y saber sobre su noble gesto, la sanrafaelina le tomó una foto justo cuando él estaba sonriendo.

«La verdad que espectacular. Un tipo que lo hizo súper desinteresadamente; ni me conocía. Me emociona porque en ese momento de desesperación, encontrar a alguien que te diga ‘yo te ayudo’ es increíble. La verdad que yo me quede asombradísima. Así que bueno, como todo vuelve, ojalá que le vuelva mil veces mejor a él», apuntó conmovida la mamá.

El trayecto desde la Ciudad de Mendoza hacia el departamento de San Rafael, que inició ya complicado y se agravó aún mucho más en el camino, terminó con una experiencia alegre, emocionante e inolvidable para Natalia y Rubina, a quien además, gracias al ibuprofeno, se le bajó la fiebre.