Después de permanecer tres semanas sin abrir los ojos, Kacper Krauze consiguió hacerlo gracias al consejo de una enfermera.
Un adolescente de 13 años se despertó de un coma en el que se encontraba desde hace varias semanas luego oler su desodorante favorito en el hospital de Newcastle, Reino Unido.
Todo comenzó cuando Kacper Krauze remaba con unos amigos en el río Eden, en el condado de Cumbria, y se cayó a sus aguas heladas, donde permaneció sumergido durante 25 minutos. El joven fue trasladado en helicóptero hasta el hospital más cercano y los paramédicos tuvieron que darle cuatro descargas eléctricas para que volviera a tener pulso.
Luego de múltiples intentos fracasados de despertarlo, la madre del joven le aplicó su desodorante Lynx y, de repente, Krauze abrió sus ojos. La reacción tuvo lugar después de que durante tres semanas lo estimularan constantemente con música y pasaran horas hablándole.
La progenitora explicó que una enfermera le había recomendado traer sus artículos de higiene personal para asearlo. “En cuanto pulsé el desodorante, abrió los ojos de inmediato. Debió de recordar que ese era su olor favorito”, relató la madre, quien se mostró convencida de que “se produjo un milagro”.
“Estoy realmente agradecido a todos los médicos y enfermeras por salvarme la vida”, expresó el joven, quien todavía tiene ligeros problemas de habla y en su mano derecha. “Siempre me ha encantado Lynx, es mi olor favorito”, añadió el joven. “Seguiré usándolo ahora, siempre, es mi amuleto de la suerte”, concluyó Kacper.