Al mediodía un grupo de policías retirados, liderados por el titular de Amuppol, Omar Alcalde, ingresó al cuarto piso de Casa de Gobierno. Causaron destrozos y debieron ser frenados por Infantería, que utilizó gas pimienta. Entre los daños figura un cuadro de Fernando Fader. El gobernador calificó el hecho como “el accionar de una patota sindical”. Un episodio lamentable, que linda con un ataque a la institucionalidad.
Los sucesos comenzaron cuando alrededor de 600 manifestantes, entre policías retirados y familiares de los mismos, participaron de una manifestación que se concentró en el Parque Cívico. Según algunas informaciones de medios provinciales, los manifestantes reclamaban el pago de retroactivos adeudados. (Más tarde, y después de los incidentes, funcionarios del gobierno afirmaron que en junio se pagó, no solo el retroactivo del 2014, sino también diferentes ítems que habían sido reclamados históricamente por los policías retirados más antiguamente; con relación a la actualización 2015 los mismos funcionarios explicaron que no se liquidaba aún porque la Legislatura no había enviado la norma definitiva).
Al mediodía, y sin ningún tipo de resistencia, un grupo de los manifestantes ingresó a la Casa de Gobierno, llegando al cuarto piso, donde se encuentra el despacho del gobernador, quien en ese momento participaba de un acto de reconocimiento al coro de la Universidad Nacional de Cuyo.
Los manifestantes reclamaron en el hall, y cuando intentaron ingresar por la fuerza al despacho del gobernador intervinieron efectivos de Infantería, que para disuadir a los manifestantes utilizaron gas pimienta. En el accionar, algunas personas resultaron afectadas, mientras que hubo gran cantidad de destrozos de vidrios y muebles. Una de las pérdidas más lamentables fue la rotura de un cuadro del artista Fernando Fader.
La situación fue controlada, y ante el reclamo de algunos periodistas y manifestantes por la intervención de la fuerza de choque policial, el propio director de la Policía, Juan Carlos Caleri, asumió inmediatamente la responsabilidad: “yo di la orden de actuar a la Infantería, se debía evitar que ingresaran al despacho del gobernador”. Además, el funcionario policial declaró en un canal provincial: «No me merezco esto, nadie ha luchado más por los derechos de los policías retirados y sus beneficios que con las gestiones de estos dos gobiernos».
Francisco Pérez: “Han destrozado patrimonio de los mendocinos”
«Los que antes velaban por la seguridad de los ciudadanos ahora son una patota sindical», lanzó el gobernador Francisco Pérez tras los incidentes .
En diálogo con Canal 9, el gobernador insistió: «No se justifican los hechos violentos de esta personas, que están retiradas pero en algún momento ellos tuvieron que velar por la seguridad de los ciudadanos y ahora parecen una patota sindical».
«Estoy sorprendido porque el gobierno provincial es totalmente ajeno a este reclamo; es algo que viene desde hace muchos años», explicó el mandatario.
«Es totalmente incompatible el reclamo con la violencia, ahora están rompiendo la explanada de la Casa de Gobierno y eso también es patrimonio de la provincia, lo que están haciendo es un delito», dijo Pérez y explicó que un ayudante fiscal está trabajando en el lugar para que la justicia tome cartas en el asunto y apunte a los responsables de los incidentes ocurridos en la Casa de Gobierno.
Al mismo tiempo, detalló que entre los bienes destrozados había un cuadro de Fernando Fader. «No sólo han destrozado mobiliario de la Casa de Gobierno, sino también patrimonio de los mendocinos», dijo furioso.
«Tanto esta gestión como otras estamos acostumbrados a la extorsiones (…) y a los aprietes, pero ahora tienen que ver todos los daños que han ocasionado», expresó el jefe del Ejecutivo mientras se lamentó que por causa de los hechos ocurridos hoy haya habido personas heridas y daños materiales. (nota diario Mdz on line)
Mientras tanto, y cuando varios medios y periodistas se dedicaron a criticar el accionar de Infantería y el uso de gas pimienta, muchos “ciudadanos comunes” interpretaron la gravedad de los acontecimientos, como un ataque a la institucionalidad. Fueron numerosas las personas que, en las redes sociales, manifestaron su desapruebo por el uso de la violencia, agravado por el hecho de poner en riesgo a un representante de la democracia, como es el gobernador provincial. También hubo repudio por el destrozo de bienes públicos, y la agresión a los policías en actividad.
Nota desde la Dirección de El Cuco
Más allá del color político, de la legitimidad o no del reclamo, del derecho a la manifestación, de la no criminalización de la protesta, la “toma” por la fuerza de un espacio donde se asienta uno de los Poderes del Sistema Democrático y representativo, y la puesta en riesgo del representante máximo de un gobierno elegido por el pueblo, es sino, un intento de golpe institucional, por lo menos, una intimidación al sistema y un hecho que debe ser repudiado por todos; obviamente muchos están de acuerdo y celebran estos atropellos, nostálgicos de un oscuro pasado o presagios de un futuro anhelado.
Un análisis político: “La cana, el grupo de choque de Cambia Mendoza”
Por Marcelo Padilla (columnista de MDZ on line)
Una interna de hace tiempo en la fuerza policial que pecha cuando encuentra la fisura y la coyuntura política.
Si así van a plantear la transición, así será la bienvenida. “Rompamos todo” puede que sea una consigna de una banda de rock o de algún grupo de choque anarco, pero que lo lleve a cabo la cana es una señal fuerte, sospechosa y tendencial sobre cómo se ha propuesto la oposición entrar al nuevo gobierno que todavía no asume. El problema es que pareciera que ya asumieron y así se manejan en esa confusión donde hay un gobernador en funciones que se llama Paco Pérez. Si la idea es romper todo para mostrar el descontento y la bronca, pues con la cana jamás estaré.
Es simbólico. Los diarios y la televisión lo muestran y el descrédito se acrecienta. No se bancan la transición. Esa es. No quieren asumir costos cuando lleguen en diciembre. Hay un problema financiero grave en la provincia, eso es real. Pero que el grupo de choque de la oposición sea la cana es cuanto menos antidemocrático. Seguro se harán los pelotudos. Y dirán que es un reclamo legítimo de los policías retirados y sus familiares. Si ese accionar lo hiciera un grupo de gente humilde, la prensa (el nombre prensa es perfecto, prensar, apretar) se hablaría de otra manera.
Ha pasado. No me lo invento. La oposición juega a dos puntas en la coyuntura electoral: por un lado manda los emisarios que fiscalizan cada oficina como sabuesos. Buscando el cuerpo del delito o las pistas para llegar a él. Por otro, la articulación con los que pueden generar este tipo de hechos. Esta “protesta” de la cana es una protesta reaccionaria, antidemocrática e hiperbólica de la Unión Democrática Mendoza. Como no logran que el actual gobierno provincial se arrastre a los pies de la soberbia radical, mandan a los violentos.
Hoy son canas, mañana no se sabe. Una interna de hace tiempo en la fuerza policial que pecha cuando encuentra la fisura y la coyuntura política. Bien, la encontraron de la mano de las bravuconadas de los que van a asumir. Y como no tiene sectores populares organizados, los que ganaron desde la bronca y el odio, se vinculan con lo peor. La violencia de la patoteada policial. Deberían al menos los medios y sus periodistas, y otros organismos y partidos expresarse rotundamente en contra de este tipo de prepotencia. Los que rompen todo no consiguen así los objetivos.
Es un escenario montado para que nos comamos el circo. Piden institucionalidad y actúan como paramilitares. Se cagan en la institucionalidad, y los spots bien podrían metérselos en el culo. Y sino que pongan la cara y no sean hipócritas y acompañen a la policía retirada a romper la casa de gobierno. Si hay silencio hay complicidad. Los heridos ahora sí, somos todos estimados republicanos. Se manejan con la resaca y no advierten que cuando sean gobierno, y ajusten, arderá Mendoza. (http://www.mdzol.com/opinion/621819-la-cana-el-grupo-de-choque-de-cambia-mendoza/)