Hace 51 años, el Ministerio de Salud de la Nación instituyó el 21 de noviembre como el Día de la Enfermería, en coincidencia con la festividad de Nuestra Señora de los Remedios, considerada patrona de la actividad. Como quienes realizaban esta práctica eran, en su mayoría, mujeres, nació como Día de la Enfermera.
La enfermería es un oficio difícil, es necesario estudiar años en las escuelas especializadas, en universidades, y sobre todo sentir amor por los semejantes, cubrir turnos muy pesados, soportar desvelos y ver el sufrimiento de sus pacientes. El cariño y la abnegación está siempre presente en el servicio que prestan, lo cual es invaluable.
En ellos la vocación, el sentimiento de protección aunado al profesionalismo y la calidez humana son distintivos. ¿Qué sería de un hospital, un sanatorio, una posta sanitaria, o de ese enfermo especial que necesita permanente de sus servicios?
Una enfermera o enfermero es un profesional de la salud al servicio de la comunidad. Está capacitado para prestar servicios en la prevención de las enfermedades, promoción, protección, y recuperación de la salud, así como en la rehabilitación ya sea individual, familiar y comunitaria. Es decir su capacitación es orientada en lo asistencial, administrativo, docente y de investigación.