Habla el joven que perdió un ojo en una fiesta de año nuevo: “Me arruinaron la vida”

Por Jorge García

El pasado 1 de enero del 2013 durante la celebración de año nuevo en la fiesta de La Finca, Cristian Díaz de 18 años fue agredido salvajemente y resultó con desprendimiento ocular. La víctima manifiesta que hasta el momento nadie se hizo responsable de la situación que le arruinó la vida.

Cristian fue contratado como personal de seguridad para que preste servicio en la fiesta que se realiza anualmente a orillas del rio Tunuyán. Esa noche estaban contratados dos cuerpos de seguridad que prestaban servicios a la empresa Ummo y a Halcones S.A. “Eran tres puestos de seguridad los que teníamos en la finca donde se realizaba la fiesta. El primero era en la entrada, el segundo en la parte del estacionamiento y el tercero en la pista donde se bailaba”, comenta Cristian.

De acuerdo relata el joven, al principio se ubicó en la parte del estacionamiento donde todo marchó tranquilamente pero luego, como a las 07:00 AM le ordenaron que se traslade hasta la pista. “Cuando llego con mi compañero nos informan que hay una pelea, identificamos quiénes eran las personas que estaban haciendo disturbios y los sacamos afuera. De repente veo que viene un hombre corriendo que decía “a mi hijo nadie lo tocan”. Se armó una discusión y empujaron a mi compañero de seguridad, yo me cubro y este hombre me tira una piña que logró esquivárla”, cuenta.

En ese momento, según recuerda, se empieza a amontonar mucha gente y el retrocede. “Cuando menos lo esperaba saltó una persona de entremedio de todos y me pegó de lleno con una botella en el rostro y caí al piso. Yo me encontraba totalmente desorientado y perdiendo mucha sangre. La pelea continuaba pero  mí  grupo de personas me sacó de ahí y me llevaron a un lugar seguro. La ambulancia tardó más de 45 minutos, perdí tanta sangre que me sentía débil”, explica.

En el hospital Scaravelli le efectuaron los primeros auxilios y luego lo trasladaron al hospital Militar. “Nadie le avisó a mis padres lo que me había sucedido. Cuando era trasladado al hospital militar iba perdiendo mucha sangre”, comenta.

En el nosocomio de la ciudad de Mendoza el médico que lo atendió en la guardia le diagnosticó destrucción del pómulo, corte en los dos lagrimales y estallido total del ojo izquierdo. “Llegó grave al hospital, los médicos no sabían si salía de esta”, manifiesta su madre Patricia con lágrimas en sus ojos.

Tiempo después lo controló un oftalmólogo en la clínica Mulet. Allí le diagnosticaron un traumatismo facial y pérdida del globo ocular. “No lo podía creer (…) En ningún momento de los días que estuvimos en el hospital llamaron el encargado de seguridad que lo contrató ni el dueño de la finca. Nadie se hizo cargo”, cuenta su padre Omar Díaz.

Los padres de Cristian iniciaran acciones legales contra el dueño del predio donde se llevó a cabo la fiesta, la organización y el encargado se seguridad. Mi hijo tiene solo 18 años y le arruinaron la vida nosotros lo único queremos es que el que hizo esto se haga cargo”, concluyeron los padres.