El Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) dio la voz de alarma el pasado viernes y advirtió que unos 600.000 niños afganos podrían morir de hambre si la agencia de la ONU no consigue al menos siete millones de dólares en tres semanas.
«Hay dos millones de niños en el país que sufren desnutrición aguda, de los cuales 600.000 sufren desnutrición aguda severa», dijo el portavoz de UNICEF, Christophe Boulierac, explicando que cuando un niño padece desnutrición aguda severa «necesita tratamiento urgentemente o de lo contrario podría morir». «Somos los únicos que proporcionan tratamiento para la desnutrición aguda severa», indicó Boulierac.
«Si no conseguimos el dinero para comprar este tratamiento, los niños con desnutrición aguda severa no lo conseguirán», señaló el funcionario.
Explicó que el dinero se necesita para que las 1.300 instalaciones que proporcionan tratamiento en la nación euroasiática puedan seguir haciéndolo.
UNICEF necesita siete millones de dólares en tres semanas, mientras que, para atender las necesidades nutricionales de todo el año, precisa 26 millones de dólares, de los cuales solo ha recibido la mitad.
El portavoz no ha ocultado su preocupación ya que, de todo el dinero que UNICEF había solicitado para la respuesta a la crisis humanitaria en Afganistán en 2019, solo aspira a recaudar en realidad el 60 por ciento.
Fuente: Diario UNO