«Hoy quisiera centrarme en la familia como ámbito para aprender a vivir el don y el perdón recíproco, sin el cual ningún amor puede ser duradero», sostuvo el Papa al dar inicio a la audiencia general de este miércoles en la plaza San Pedro.
«No se puede vivir sin perdonarse, o al menos no se puede vivir bien, especialmente en familia», agregó Francisco en esa dirección, antes de sostener que pedir perdón «es un remedio muy simple ante las heridas que nos causamos».
«El Sínodo ha visto en la capacidad de perdonar y perdonarse no sólo una manera de evitar las divisiones en familia, sino también un aporte a la sociedad, para que sea menos malvada y cruel», reflexionó Jorge Bergoglio, luego de reconocer que aún debe «meditar» el texto que le entregó a comienzos de octubre la XIV Asamblea General Ordinaria del Sínodo de Obispos.
Por último, de cara al año santo que comenzará en Roma el próximo 8 de diciembre hasta el 20 de noviembre de 2016, el santo padre destacó que «las familias cristianas pueden hacer mucho por la sociedad y por la Iglesia».
«Por eso deseo que en el Jubileo Extraordinario de la Misericordia las familias descubran de nuevo el tesoro del perdón recíproco», finalizó.
Fuente: télam