Una misión de economistas del gobierno saliente y del entrante sería la única posibilidad de retomar contacto formal con el Fondo Monetario Internacional antes del 10 de diciembre.
La renegociación de la deuda de unos 44 mil millones de dólares con el organismo internacional deberá esperar al menos 35 días más a menos que Mauricio Macri y Alberto Fernández lleguen a un acuerdo para enviar a sus respectivos staff de economistas en un viaje conjunto a Washington.
En el gobierno nacional descartan volver a Washinton a menos que sea en el marco de una misión acordada entre el Ministerio de Hacienda de Hernán Lacunza junto a Cecilia Todesca, Matías Kulfas y Guillermo Nielsen. Pero en lo político el Presidente electo y el saliente representan proyectos distintos además de tener un enfoque diferente sobre el FMI.
Por carta orgánica, el FMI no puede recibir una misión de Fernández para renegociar nuevos plazos de la deuda hasta tanto no sea Presidente en funciones. Por eso en el búnker de la calle México está descartado un viaje de Kulfas, Todesca y Nielsen para reunirse con técnicos del FMI antes del 10 de diciembre.
Tampoco Alberto viajará a reunirse con Kristalina Goergieva antes de asumir la Presidencia. En su entorno minimizan la urgencia de sentarse con la dirección del organismo. Y mencionan Houston como primera escala en Estados Unidos para fomentar la inversión de petroleras en Vaca Muerta.
En el gobierno nacional aseguran que intentan no presionar al albertismo para apurar la transición. Ya se pusieron a disposición de los equipos técnicos del Frente de Todos pero por ahora no hubo devoluciones desde el peronismo. Todavía esperan respuesta a la posibilidad de concretar una misión mixta de Lacunza y Guido Sandleris junto a los economistas que designe Alberto para iniciar en Washington, antes del 10 de diciembre, la renegociación de la deuda que tomó Mauricio Macri.
Los términos de esa renegociación serían definidos por el equipo del Frente de Todos mientras que Lacunza y Sandleris oficiarían sólo de presentadores formales del nuevo gobierno ante el FMI para determinar eventualmente nuevos vencimientos del pago de la deuda.
Fernández regresará hoy de México y estará mañana en funciones. Lo acompañaron, además del virtual Canciller Felipe Solá, Kulfas y Todesca para renegociar acuerdos autotrices y de autopartes con el gobierno de Andrés Manuel López Obrador. Un eventual viaje de Lacunza y Guido Sandleris, jefe del Banco Central, con el equipo económico de Alberto F. a Washington en noviembre obligaría al nuevo presidente a apurar la definición de su gabinete. Primer obstáculo. El triunfo con el 48% de los votos, más acotado de lo previsto, podría provocar algún cambio de nombres en el futuro staff del gobierno albertista. Y más allá de Kulfas o Todesca, en la calle México siguen esperando a Roberto Lavagna para ocupar Hacienda, o al menos el Consejo Económico y Social.
Hasta ahora, el presidente electo señaló al FMI como corresponsable de la fuga de divisas que se generó después de su desembolso de 44.000 millones de dólares. Más allá de la reestructuración de los plazos de pago ante el organismo internacional, el peronismo debe resolver si aceptará el desembolso pendiente de 5.400 millones que debería ejecutar la nueva dirección del FMI ahora a cargo de Kristalina Georgieva. Por el momento, sólo Emmanuel Alvarez Agis viajó como líbero, sin mandato formal de Alberto F., a Washington para mantener contactos informales con el FMI y los fondos de inversión. Si la renegociación de la deuda con el FMI se demora hasta el después del 10 de diciembre.
El Presidente electo se prepara para negociar la reestructuración de pagos con los tenedores privados de deuda en paralelo con Fondo Monetario Internacional. A pesar de que en público sostiene el modelo uruguayo, con alargamiento de plazos y sin quitarse capital, el staff económico del Fernández considera que el organismo multilateral de crédito podría terminar de avalar el pago con quita a privados para asegurarse el recobro de su propio desembolso. En ese contexto decodifican desde el entorno de Fernández el apuro de los tenedores privados de deuda para renegociar un plan de pagos, antes de que el candidato-en caso de resultar electo Presidente- abra una nueva instancia de negociación con el FMI.
Fuente: Ámbito Financiero