La cosecha de soja de la campaña 2014-2015 finalizó en la Argentina con una recolección récord de 60,8 millones de toneladas en una superficie estimada en 19,1 millones de hectáreas.
Así lo informó este jueves el Panorama Agrícola Semanal (PAS) de la Bolsa de Cereales porteña y destacó que se habían sembrado 20 millones de hectáreas, pero se perdió el 4,5% del área implantada, que son 900 mil hectáreas, por diversos factores.
El rinde promedio nacional finalizó en 3.180 kilos por hectárea, marcando un nuevo récord, luego de superar al máximo rendimiento registrado durante las catorce campañas previas mientras que el más alto fue el del ciclo 2006-2007 con 2980 kilos por hectárea, sostuvo el PAS.
Las pérdidas de superficie para los técnicos del PAS están asociadas a «la muerte súbita de varios lotes durante el período siembra/emergencia, como así también, a cuadros afectados por granizo e inundaciones durante las etapas vegetativas y reproductivas del cultivo».
A nivel regional destacaron que las zonas Centro-Norte y Sur de Córdoba, Centro-Norte de Santa Fe, Núcleo Norte, Núcleo Sur y San Luis, son regiones que en conjunto aportaron más del 57% de la superficie cosechada en toda la región agrícola, y «finalizaron el ciclo registrando nuevos récords de rendimiento».
Las regiones NOA, NEA, Centro-Este de Entre Ríos, Norte de La Pampa-Oeste de Buenos Aires y Cuenca del Salado, no alcanzaron nuevos récords en términos de rendimiento, pero sus promedios al cierre del ciclo se ubicaron por encima a las medias históricos de cada zona.
Las regiones Centro, Sudeste y Sudoeste de Buenos Aires-Sur de La Pampa, fueron las únicas que culminaron la campaña con productividades por debajo a sus promedios históricos y esto se debió al fuerte déficit hídrico registrado sobre el centro y sur bonaerense durante gran parte del ciclo del cultivo.
En términos generales, las condiciones climáticas relevadas durante la campaña 2014-2015 favorecieron el crecimiento y desarrollo del cultivo.
Desde el inicio del ciclo, lluvias relevadas durante la ventana de siembra permitieron una buena implantación de los cuadros en amplios sectores de nuestra región agrícola.
Pese a ello, también se relevaron excesos hídricos que demoraron la incorporación de lotes y promovieron la pérdida de cuadros que debieron ser resembrados, principalmente en sectores del Núcleo Sur y del Centro-Este de Entre Ríos.
Durante gran parte del verano también se registraron abundantes precipitaciones, las que garantizaron una muy buena oferta hídrica en cuadros de amplios sectores del país, pero también generaron inundaciones en sectores del Centro-Norte de Córdoba, Centro-Norte de Santa Fe, Núcleo Norte y sobre sectores del sudeste de Santiago de Estero.
Otro aspecto clave que favoreció las últimas etapas del cultivo, fueron las temperaturas templadas registradas durante buena parte del otoño como así también, el retraso en las primeras heladas registradas este año.