El ministro de Trabajo, Justicia y Gobierno, Félix González evaluó, junto a otros ministros, las medidas de fuerza del llamado 20N y afirmó que “dijeron que iba a ser un paro y terminó siendo un piquete”.
El Gobierno afirmó que tuvo escaso acatamiento y un impacto muy bajo en Mendoza por la cantidad de gremios que no se plegaron. Diego Martínez Palau de Transporte lamentó los hechos de violencia contra 53 colectivos. Lía Álvarez de la Dirección General de Escuelas resaltó la información de los inspectores que relevaron un muy alto presentismo de docentes.
Carlos Aranda de Seguridad ofreció a los gremios lo detectado por las cámaras de seguridad que registraron los hechos de violencia y recargó guardias de seguridad en transportes para proteger a los ciudadanos en su regreso al trabajo.
Carlos Díaz Russo de Salud dijo que los hospitales y centros de salud se manejaron con guardias y que en el caso del Central se mantuvieron el 80% de las cirugías programadas.
El secretario de Transporte, Diego Martínez Palau, afirmó que el Gobierno había previsto cubrir con el 20% el servicio mínimo para que los mendocinos pudieran trasladarse pero nunca se imaginaron que iban a ocurrir hechos de violencia. “Lamentamos la rotura de 53 micros –dijo Palau-, los apedrearon, les rompieron los vidrios, los tambores, las cubiertas. Gracias a Dios que no hubo heridos. Ahora estamos custodiándolos para garantizar la seguridad de los trabajadores o niños y jóvenes que regresan a sus hogares”,
Por su parte, Félix González, dijo que “dijeron que iba a ser un paro y terminó siendo un piquete”. El ministro aseguró que en la administración pública la asistencia de los trabajadores fue con normalidad pero que en otros sectores privados y públicos se notó que el paro del transporte genera dificultades por lo que “entendemos la importancia que tiene una movilización cuando el transporte no funciona”.
También reconoció que hay sectores que reciben ingresos superiores a los $10.000 y que les impacta el descuento del impuesto a las ganancias pero que nada justifica la violencia con que atacaron a los micros y a algunos comercios a los que les rompieron los vidrios porque estaban trabajando. “Los hechos lamentables de violencia nos llevó a aplicar medidas adicionales para preservar la paz y libertad de trabajo –reconoció González.
La jefa de Gabinete de la DGE, Lía Álvarez dijo que el nivel de asistencia fue importante salvo en algunas escuelas alejadas de los centros urbanos. “Las supervisoras informaron que la asistencia en las escuelas primarias de los docentes fue del 90% y de los alumnos del 70%; en las escuelas secundarias la asistencia de los docentes fue del 79% y de los alumnos el 30%; en la educación privada la asistencia de los docentes fue del 80% y de los alumnos del 85% y en la educación especial la asistencia de los docentes fue del 85% y de los alumnos de un 70%.
Díaz Russo aseguró que se garantizó la atención de la salud de la población. “Si bien las consultas externas tuvieron escasa demanda, hubo cirugías que se respetaron como las del hospital Central donde se realizaron el 80% de las programadas; también algunas del hospital Saporiti y de Malargüe. En cambio se suspendieron las cirugías en el Notti, el Lagomaggiore y en el Perrupato.
Con respecto a la postura de los gremios de AMPROS y ATE Salud, el ministro dijo que “lamento los comentarios que hacen y el paro que realizan cuando son ellos los que siempre nos reclaman que bajemos la lista de espera de las cirugías”.
El ministro de Seguridad dijo que los afectados por las roturas de propiedades tanto de transporte como de vidrieras, deben hacer las denuncias ante la justicia. “Los que han roto los micros deben ser responsables de haber destruido una herramienta de trabajo y un bien público. Las cámaras de seguridad que tenemos –señaló Aranda- han registrado las imágenes de los agresores y se los ofrecemos a los gremios para que vean quienes son los que han convertido un paro pacífico como dijeron en hechos vergonzosos de violencia”.