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Fecovita paga cinco pesos el kilo de uva tinta, el doble que en 2015

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La postura del cooperativismo vitivinícola integrado rompe con los esquemas de precios estancados.

En medio de un racimo de dudas sobre cuánto será la cosecha real estavendimia y las especulaciones con el precio de la uva, Fecovita salió al mercado a pagar $5 el kilo de uva tinta.

La postura del cooperativismo vitivinícola integrado rompe con los esquemas de precios estancados que mantuvo a los productores asfixiados los últimos 5 años. Aunque el panorama todavía era confuso, las estimaciones más satisfactorias que rondaban en el mercado no iban más allá de los $4 por kilo.

«Esto permitió fijar un piso y que se hiciera un precio más transparente, si no el productor estaba vendiendo a muy bajo precio porque algunas empresas se aprovechaban de la situación. Esto da fortaleza para ir recuperando el precio», explicó Eduardo Sancho, presidente de la Federación de Cooperativas Vitivinícolas.

Para Sancho, lo que hizo Fecovita «eleva más del doble el precio del vino. Si el año pasado estaba en el mercado a $2,70, el salir a pagar $5 la uva tinta significa que estamos hablando de un vino cercano a $7,70. Esto permite apoyar el aumento de precios que se está dando y que el productor necesita», reafirmó.

Desde la óptica del sector primario, la apuesta de la Federación de Cooperativas Vitivinícolas, fue bien recibida, pero tampoco generó demasiada efusividad.

«Después de haber estado de 2010 a 2015 con los mismos precios y una inflación anual del 30% por año, es lo menos que se debe pagar», opinó Sebastián Lafalla, de la Asociación de Viñateros de Mendoza.

El dirigente rural también aclaró: «El precio se movió porque se habla de que será la cosecha más baja de los últimos años».

Mosto sí o no

Mientras se debate el acuerdo Mendoza-San Juan para establecer el porcentaje que se destinará para mosto, algunas versiones comenzaron a ganar fuerza en la última semana pidiendo obviar por este año el cupo destinado a destinado. La excusa es el clima.

Las contingencias que tanto daño hicieron en todo el territorio provincial y el efecto de la corriente de El Niño, con la abundante precipitación de lluvia que derivó en la propagación de enfermedades, dieron como resultado una disminución de la producción que puede rondar en el 30% entre otros efectos.

Uno de los que recogió el guante fue el diputado Pablo Priore Moyano. El legislador del PRO presentó un proyecto de declaración solicitándole al Instituto Nacional de Vitivinicultura (INV) la eliminación del cupo de uva destinado a mosto para la cosecha 2016.

Ante esa situación el presidente de Fecovita recomendó «manejarse con los números y no con sensaciones» porque también hay intereses fuertes de bodegas en que «el precio caiga nuevamente para comprar vino barato».

«El mosto sirve para sacar excedente, pero el porcentaje debe estimarse según lo indiquen los números y eso es por el pronóstico de cosecha, la existencia real de vino y el consumo que se espera para 2016.

Si se hace de más, está el riesgo de que falte vino, y si es menor otra vez, hay excedentes y el precio cae. Como pasó los dos últimos años, que fue un desastre. Es necesario hacer bien los deberes», explicó Eduardo Sancho.

Una baja sensible

Que el clima afectó fuertemente la productividad no es un secreto. El granizo arrasó con hectáreas de vid y las que quedaron en pie vienen sufriendo el efecto de las intensas lluvias que generaron la propagación de la peronóspora y la podredumbre de los racimos.

Mientras se habla de una recuperación en los valores del vino, la incógnita está dada en cuánta uva habrá para comprar.

«A causa del clima habrá 20 o 30% de merma, pero si las condiciones climáticas no acompañan puede ser peor. La semana entrante es el pico de la cosecha, si se presenta de nuevo la lluvia, la situación va a empeorar», insistió.

Desde la Asociación de Viñateros también presentaron un panorama poco alentador en cuanto a la cantidad y sanidad de las uvas, y aprovecharon el momento para recordar que gran parte de los inconvenientes que se verán es culpa de los magros precios de los años anteriores.

«En 2008 llovió mucho, pero como la uva era rentable no hubo tantos problemas en la producción; en cambio, ahora el productor no podía hacer frente a las curas porque no tenía plata y llegó hasta donde pudo», dijo Sebastián Lafalla.

Recomendación importante

Sancho les aconsejó a los productores que elaboren vino y no vendan la uva. «En este momento, lo mejor que pueden hacer los productores es elaborar vino, esperar y no vender la uva solamente porque se espera que los precios se recuperen», afirmó.

«Después de haber estado de 2010 a 2015 con los mismos precios y una inflación anual del 30% por año, es lo menos que se debe pagar» (Sebastián Lafalla, de la Asociación de Viñateros).

 

(Fuente: diario UNO)