Se trata de una experimentación artística donde la palabra es la vedete que se reencarna en otras artes. Intervienen grandes artistas mendocinos que crearon sus obras a partir de los cuentos escritos por Gabriela Nafissi. Fotografías, esculturas, audiovisual, teatro y hasta una serie de vinos forman parte de esta experimentación que se completa con la expresión de los lectores. La muestra se inauguró el sábado y tuvo como invitado de lujo a Antonio Sarelli, el gran artista mendocino reconocido en el mundo entero.
Nueve cuentos y mil experiencias artísticas para interpretar el arte y expresarlo desde la pasión de cada ser. Un libro que inspiró a distintos artistas a plasmar su visión: escultura, música, cine, vitivinicultura, fotografía, arquitectura y teatro. Todo esto reunido un una muestra gratuita, enmarcada en una serie de eventos que se realizan desde la bodega para quien desee agasajar los sentidos y solamente disfrutar.
“El proyecto está planteado como un proyecto de experimentación artística. La idea es que se haga una trama colectiva a partir de esta propuesta en la que a través de la palabra surgen otras artes”, comenta la escritora Gabriela Nafisi.
El libro empieza como una idea de Gabriela en el año 2006 y en sus inicios la idea fue hacer cuentos audiovisuales. Escribiendo los cuentos, en el 2008 comienza a convocar gente y a armar el proyecto más concretamente. En esa búsqueda lo suma a Guillermo Rigattieri, destacado escultor mendocino en el mundo, y al talentoso músico Andrès Cicarelli. “Fueron los dos pívot con quienes empecé”, comenta.
De las esculturas de metal realizadas por Rigattieri (las cuales la mayoría se encuentran vendidas pero se exponen en el montaje realizado en las instalaciones de la bodega), se sacaron fotografías y fueron intervenidas artísticamente para luego acompañar a los cuentos en el libro. En esa tarea colaboró Fernando Rosas.
En el libro también figuran los bocetos de las cinco esculturas realizadas y se puede observar y recorrer el proceso previo de las obras. Además cada uno de los cuentos tiene un tema musical propio, todos creados por el músico compositor Andres Cicarelli.
“La consiga era que leyeran los cuentos y que a partir de allí crearan en su área de expresión”, explica la escritora. Al final del proyecto se suma Ramiro Navarro, productor, quien realiza un cortometraje. Para realizar las presentaciones convoca a Jimena y Andrea, dos arquitectas reconocidas fundamentalmente en el mundo de la Vendimia, quienes realizan intervenciones y montajes. Apostando a lo lúdico e interactivo para que el lector sea participante activo de la obra, son quienes han efectuado las instalaciones de cada uno de los cuentos.
Por otro lado, el reconocido enólogo argentino Marcelo Pelleriti (creador del vino de los 100 puntos- hito para la enología argentina- quien junto al ex Seru Giran, Pedro Aznar, anunciaron la creación de un vino de alta gama), hace un vino especial como el primero de una serie de cinco y se vende con el libro.
El libro tiene el CD con la música, el cortometraje y una fotografía de una escultura para enmarcar. Acompañándolo, reafirmando esta unión entre el arte y la bebida espirituosa, está el vino especialmente creado.
Paralelamente, Gabriela genera un espacio en facebook de la reescritura que se produce luego de que los lectores leen los cuentos, hacen su propia interpretación y crean algo. “El lector es parte intrínseca del proceso, mientras interpreta lo vive de una manera singular. Lo que le pasa a cada uno es diferente Y por ello ahora estoy subiendo la obra de los lectores que van enviando”, afirma.
La poética del payaso y un invitado muy especial
Durante la presentación de la muestra que se llevó a cabo el sábado por la tarde, nos convertimos en espectadores de una interpretación teatral a cargo de Gabriela Simòn y Virginia Di Blasi. Usando mucho texto del libro, con humor sensible y poética, las actrices nos hicieron reír y pensar a través de una creciente modalidad de performance: el clown.
Entre los asistentes apareció un gran maestro de la pintura, Antonio Sarelli. “Hoy me trajo hasta acá el cariño y el afecto a los cuatro jóvenes artistas expositores, en su momento les he enseñado sus primeras palabras, sus primeros trazos. Luego vuelan solos y realmente se están transformando en los pilares de la plástica nacional de Mendoza”, dijo serenamente.
El pintor aseguró estar maravillado al ver la bodega y las viñas. Recordó muchos años antes, cuando trabajaba en Irrigación y recorría el rio Tunuyán o La Remonta. “Al arte no hay que entenderlo sino disfrutarlo”, enseñó con tono dulce y amigable.
En el Valle de Uco nos movilizó el arte como expresión superadora de cualquier actividad, uniendo a quienes nos encontrábamos en el lugar a través del sentir particular. Y en las terrazas de Monteviejo, momentáneamente todos iguales, con una anfitriona rocosa, majestuosa e implacable, nos abstrajimos en las creaciones únicas e irrepetibles del ser humano.
La muestra va a estar dos meses aproximadamente y todos puedan acceder sin cargo. El libro se puede adquirir en la misma muestra o a través de la página: www.gabrielanafissi.com, o a través del email info@experimentacionartistica.com.