El cansancio acumulado de los meses empieza a aparecer con fuerza, exigiendo días de descanso. A lo anterior se suma la tensión de los preparativos de navidad, las deudas de las compras, las aglomeraciones de gente y la llegada de un nuevo año. Cansancio, agotamiento, dolor de cabeza y otros síntomas se presentan durante esta época.
Invitamos a reconocer los síntomas del estrés y a enfrentarlos para terminar el 2013 de la mejor forma.
¿Tengo estrés o solo cansancio?
El organismo nos llama la atención cuando no lo estamos cuidando como necesita. Por eso, los primeros síntomas del estrés van a ser físicos: cansancio, alergias, agotamiento, dolores de cabeza, estreñimiento, alteraciones del sueño, contracturas musculares, problemas a la piel, uñas o cabelloson indicios claros de que necesitamos tomarnos un respiro.
Junto a estos se suma la irritabilidad, poca tolerancia, ansiedad, estados de ánimo cambiantes y agobio. Lo primero para poder combatir el estrés es reconocer estos síntomas en nosotros, para luego buscar la mejor forma de enfrentarlo.
La importancia de la salud y la alimentación
Lo principal es fomentar la vida saludable. Aliméntese bien, evite saltarse las comidas o trabajar mientras come. Es necesario tener minutos placenteros para compartir y disfrutar lo que se ingiere. Conjuntamente, incluya frutas, verduras y pescado al menos tres veces por semana.
Evite el consumo de frituras y disminuya el consumo de alcohol y cigarrillo. Además, realice actividad física. Intente ejercitarse 15 minutos durante la mañana aunque se sienta cansado, ya que de esta forma podrá aumentar su energía. Asimismo, el deporte le ayudará a liberar tensiones, mantener el cuerpo saludable y mejorar su autoestima.
Por otra parte, consuma al menos 8 vasos de agua al día, de esta forma se hidratará ayudando a eliminar toxinas y evitando algunas molestias como el estreñimiento.
Preocúpese por su respiración y tómese un tiempo para realizarla de manera relajada y profunda, así contribuirá a oxigenar su cuerpo y tener la sensación de bienestar. Una adecuada respiración tendrá un efecto calmante sobre quien esté sometido a estrés.
También puede ayudarle realizar actividades que le generen momentos placenteros como caminar, salir, escuchar música o tomar una siesta.
Por sobre todo, priorice
Durante fin de año vienen muchas actividades y exigencias, por eso aprenda a distinguir lo urgente de aquello que no lo es. Asimismo, reconozca aquello que escapa de su control y que por lo tanto no podrá solucionar. Deje para el final las responsabilidades que son menos urgentes, así evitará desencadenar presiones.
Entendiendo cuáles son sus prioridades, aprenda a ordenar sus tareas. Una buena forma de hacerlo es confeccionar un listado de actividades para reconocer el panorama general y ver cuáles acciones se pueden aplazar para el año siguiente. Así, dando pasos pequeños pero firmes podrá enfrentar todas sus responsabilidades sin abrumarse con metas que son de largo alcance para una época agitada.
En cuanto a las fiestas, decida con tiempo dónde las celebrará, haciendo todos los preparativos con tiempo. No se sienta culpable ni obligado a dar explicaciones si no visita a un pariente o amigo esta vez.
Por último, defina un presupuesto para gastar, asignándole una cantidad de dinero a cada compra según donde decida celebrar.
Tenga una red de apoyo
El estrés puede derivar en depresión u otras enfermedades de riesgo. Por eso, busque una red de apoyo en su familia y amigos que le ayuden a enfrentar de mejor forma esta época del año. Estas personas no solo deben ser quienes la escuchen, sino también en quienes pueda delegar tareas si es necesario.
Compartir lo que siente y piensa con personas de confianza permite ser consciente de las propias emociones y además sentirse acogido y protegido, liberándose de tensión.
Finalmente, es importante hacer una reflexión de las experiencias buenas y malas del 2013, para conservar las mejores para el año que viene.
Fuente: Salud Actual, Carolina Roco.