Se acusa a la rectora de la institución de maltrato hacia los alumnos. También, algunos padres piden investigar la administración.
El Colegio Santa Rosa de Lima, de La Consulta, es una de las instituciones educativas con mayor trayectoria en la región. Muchas familias de la zona cuentan con algún egresado de sus aulas, sobre todo en el nivel secundario, ya que este colegio fue uno de los primeros establecimientos del Valle de Uco con ese nivel de enseñanza. Es un establecimiento educativo de gestión privada, que durante muchos años estuvo ligado a un convento de las Hermanas Dominicas, aunque en los últimos tiempos, la orden religiosa dejó de funcionar en el lugar.
Hace unos días, alumnos de 5to año del colegio Santa Rosa de Lima prendieron una bengala en la apertura del torneo «Santa Catalina». El hecho tuvo severas sanciones por parte de la rectora y del Consejo Escolar de Disciplina: la quita de puntos, y la exclusión de los alumnos de quinto año de actividades recreativas extra escolares (torneos deportivos en Malargüe y Alvear). Además, la rectora de la institución, Paula Lombardero, comunicó el pasado miércoles que los jóvenes tampoco realizarían la tradicional Misión a Santiago del Estero, donde todos los años, los estudiantes viajan con fines solidarios. Ante esta decisión, los alumnos, en total desacuerdo con la medida y molestos por algunas «actitudes» de la docente, les transmitieron la noticia a sus padres, además de expresarles que “habrían malos tratos” de parte de la funcionaria escolar. El malestar llegó a tal punto que los jóvenes, apoyados por sus padres, no concurrieron a clases durante los últimos dos días de la semana pasada.
Esta semana, el conflicto continuó, aunque sin los ribetes escandalosos de los días anteriores. Todas las partes están “tensamente” silenciosas. Por lo que pudo saberse, el supervisor de Gestión Privada, Aníbal Bustos, inició una investigación de los hechos. Al parecer, varios padres y alumnos plantearon que Lombardero maltrata a los estudiantes. La situación puntual de la bengala y las sanciones, que los jóvenes y algunos padres consideraron exageradas, fue el detonante para que saltaran por el aire una serie de acusaciones hacia la rectora de la institución, e incluso, hacia la apoderada legal. Los estudiantes acusaron a Lombardero de malos tratos, abuso de autoridad, e incluso violencia. Ante estas acusaciones, varios docentes, que prefirieron no ser identificados, afirmaron que Lombardero «tiene una forma y unos gestos que fácilmente son interpretados como un maltrato». A esto se suma, que algunos cuestionaron la gestión contable, por lo que también se estaría solicitando una auditoría administrativa.
Por estos momentos, hay un gran hermetismo oficial. Si bien Lombardero respondió el celular, ante la pregunta de esta periodista, dijo textualmente: “no voy a hablar, no tengo ganas”. Por otra parte, y hasta estas horas, fue imposible contactar al supervisor u otra autoridad, ya que, según se explicó, el funcionario se encontraba reunido primeramente con padres, y luego en Casa de Gobierno.