Es un docente de Tupungato, y decidió escribir una carta abierta al intendente Gustavo Soto. A continuación transcribimos su historia.
Carta abierta al intendente Gustavo Soto
Gustavo Soto, esto es gestionar: De maestro a cortar el pasto…
Sr. Intendente le cuento algo que me genera impotencia y tristeza, lo hago a través de este medio ya que he intentado hablar con usted en reiteradas ocasiones y se ha negado a atenderme. Le cuento que jamás he sido un ñoqui, vengo de una familia luchadora y trabajadora. He hecho de todo en esta vida para progresar y lograr mis sueños, sueños comunes como los de cualquier vecino, algunos de ellos logrados, como construir una familia con una mujer de fierro y dos hijos maravillosos. Quiero contarle con mucha bronca y dolor pero con todo el respeto lo que siento hoy, lo que pasa en mis pensamientos y no le puedo decir cara a cara. Ingresé a trabajar al municipio hace mas de 12 años juntando en el camión, los residuos que todos los vecinos arrojaban, me corté muchas veces con vidrios, me pinché con jeringas, agarré con mis manos cada día alimentos podridos y con olores nauseabundos, después de esta experiencia decidí trabajar y estudiar para superarme, para aspirar a otras cosas . Después de mucho esfuerzo y con mi vocación firme logré recibirme de maestro de escuela primaria, una actividad que realizo con mucho cariño y dedicación. Sin ser yo militante, quienes estuvieron a cargo de gestionar el departamento fueron reconociendo mi formación dándome la posibilidad de realizar otras funciones en el municipio, como trabajar en cultura o capacitar a niños de todo el departamento en las aulas sobre la importancia del cuidado del agua. Algo que su gestión desconoció totalmente. Un mes después de asumir su mandato en el 2016 y sin siquiera una notificación formal usted y su secretario de gobierno Miguel Giménez (alguien vive del estado hace años y cuando cambia de color la gestión es protegido por el radicalismo en el HCD con sueldos altísimos) decidieron “optimizar el recurso humano” enviándome nuevamente a los residuos sólidos del departamento, ¿y mi formación? ¿Mis horas de estudio y capacitación no tenían otro lugar? ¿La experiencia adquirida y antigüedad no generaron en usted nada a la hora de analizar caso por caso, como lo prometió en su campaña? Optimizar el recurso humano significa dar al empleado tareas que para las cuales él se encuentra capacitado, sin embargo usted asignó personal capacitado, a tareas de recolección y echó a muchos empleados de servicios generales. Luego contrató para oficinas muchas personas (varios de ellos militantes que en su campaña repartían sus folletos) sin capacitación y con contratos que ganan hasta dos veces el sueldo de un empleado de 10 años de antigüedad, trabajando de lunes a viernes 6 hs por día. ¿Eso es optimizar el recurso humano del municipio? ¿Eso es gobernar para todos? A partir de estas preguntas se me ocurren un par de hipótesis… O usted no sabe gestionar o persigue a los empleados por gusto o placer. Quiero pensar que solo está cometiendo errores y no corre por sus venas la maldad característica de quienes con un poco de poder muestran la calidad de humano que son. Hoy con toda la dignidad del mundo estoy cortando el pasto a los vecinos después de haber sido maestro de sus hijos en las aulas de la escuela. Sigo firme con la convicción que me motivó en mi vida y por más que usted trate de mostrar lo contrario seguiré inculcando en mis alumnos la enseñanza de que el estudio es importante y que perfeccionarse y capacitarse el día de mañana les posibilitará un mejor trabajo. Que no toda la patronal ni todos los gobernantes son iguales que el estudio es valorado realmente y no parte de un discurso demagógico de quienes solo son motivados por el poder. Con el respeto que me caracteriza y con el que usted no tiene por quienes intentan superarse día a día. Me despido atte.
Profesor de Educación Primaria, Darío Jesús Quiroga
P.D: espero que lleguen a usted mis palabras