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Equinoterapia: ayuda a chicos con diferentes patologías o necesidades

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Por Alejandrina Zotelo

Cada sábado, la Agrupación de Equinoterapia La Celia -San Carlos, a cargo de un grupo de profesionales, realiza un minucioso y valorable trabajo, junto a sus colaboradores, con chicos con diferentes necesidades o patologías. La equinoterapia emplea al caballo como agente promotor de beneficios tanto a nivel físico como psicológico. A su vez, exige la participación del cuerpo entero, contribuyendo al desarrollo de la fuerza muscular, relajación, la toma de conciencia del propio cuerpo y el perfeccionamiento de la coordinación motora y del equilibrio.

La Agrupación de Equinoterapia La Celia, San Carlos, comenzó a trabajar en el año 2006. Gracias al gran esfuerzo de sus integrantes y las colaboraciones de vecinos, lograron progresar en este programa. Las rehabilitaciones se realizan en el predio perteneciente a la agrupación gaucha, en un sector cedido, gratuitamente, por ellos. Allí pudieron construir una sala para guardar diferente material de trabajo. Esto pudo concretarse, en un principio, por diferentes donaciones y finalmente por un monto de quince mil pesos obtenidos a través de vendimia solidaria, luego de conseguir la personería jurídica hace dos años, comentó Shirley Somer, profesora de psicología e integrante de la agrupación.

El equipo de profesionales está formado por María de los Ángeles Sara, profesora de educación física especializada en estimulación temprana, la kinesióloga Laura Cordones, en psicología la profesora Shilrley Somer, la fonoaudióloga Carolina Lanzavechia y en psicopedagogía, Silvina Fabbi. Además participan como voluntarias, Magalí Peinado y Analía Ruarte, estudiantes de educación especial, Belén Perulan, estudiante de psicología y Rocio Lanzavechia, quien cursa el nivel medio. Este grupo realiza un diagnóstico de cada chico antes de comenzar a trabajar para evaluar las consiguientes evoluciones a lo largo de la terapia.

Cada paciente debe asistir a equinoterapia mediante una derivación médica, el programa asiste a chicos desde los tres años en adelante. La agrupación se encarga de la rehabilitación de niños, adolescentes y adultos con síndrome de Down, parálisis cerebral, retraso mental, trastorno atencional, trastorno de conducta y de aprendizaje. Pero además han tratado casos de autismo, epilepsia y abusos sexuales en casos excepcionales,   aseguró la docente Shirley Somer.

Más allá de la rehabilitación, el programa promueve la inserción social mediante juegos, se produce un encuentro con la naturaleza, los padres se integran y relacionan en un ámbito diferente a la de cualquier terapia habitual, resaltó la profesional. “Por esto se está construyendo una plaza con materiales que solicitamos a través de un proyecto. Los chicos a veces deben esperar a ser atendidos, o muchos de ellos  no pueden visitar una plaza porque viven en zonas muy alejadas, así que representa un gran valor poder construirla”, agregó.

Los caballos son alquilados especialmente para realizar la terapia los días sábados. Vale destacar que los profesionales han realizado especializaciones en tanto cada paciente es protegido y tratado con el debido cuidado que la actividad requiere, afirmó la docente de psicología.

Actualmente, la agrupación trabaja con quince chicos, aproximadamente. Cada paciente abona una cuota de cien pesos por mes. No obstante, un grupo de trabajadores de una conocida bodega, aporta dinero que obtiene mediante un fondo común con el cual, por el momento, se cubre el pago de dichas cuotas y solventan ciertos gastos. A lo largo de su corta historia, el programa ha recibido diversas donaciones, sin embargo siempre se requiere de ayuda de cualquier tipo considerando que utilizan diversos elementos, y algunos de ellos muy costosos como las monturas, tan necesarias para realizar la labor argumentó la integrante de la asociación.

En equinoterapia se identifican beneficios primordiales del caballo teniendo en cuenta que transmite calor corporal, impulsos rítmicos del dorso al jinete y realiza movimientos tridimensionales que implican una forma equivalente a la manera del caminar humano. En este sentido, los resultados son óptimos, informó la profesora de psicología, Shilrley Somer,  considerando que este tipo de rehabilitaciones, facilita la organización del esquema corporal, la adquisición del esquema espacial, desarrolla estructura temporal, agudiza el raciocinio y sentido de la realidad, minimiza disturbios comportamentales, promueve autoestima, propicia que el niño interiorice sensaciones corporales, sentimientos y emociones por medio de la visión, olfato, audición y sinestesia. De esta manera, muchos chicos de la región, con capacidades diferentes, reciben ayuda y evolucionan notablemente realizando una actividad de la cual disfrutan.