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En Tunuyán la agrupación Pan y Rosas organiza varias actividades pidiendo la libertad de Belén

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Belén es una joven tucumana que después de un «aborto espontáneo», fue acusada de haberse autoprovocado la pérdida de su bebe y cumple condena por «homicidio agravado por el vínculo y alevosía». Hoy, en todo el país, se producirán diversas marchas para pedir por su libertad.

En el marco de la jornadas nacionales por la #LibertadParaBelén este viernes 12 de agosto, en Tunuyán desde las 18 horas se realizará una radio abierta con la colaboración de artistas y poetas locales. También habrá proyecciones y campaña de fotos en la esquina céntrica de San Martín y Pellegrini, del Centro de este departamento. Las actividades son organizadas por la agrupación nacional Pan y Rosas con sede en Tunuyán, y a la vez, dieron a conocer qué piensan y opinan las mujeres que se vienen organizando bajo esta agrupación, preparándose para viajar al Encuentro Nacional de Mujeres y organizando actividades en la región, acomplándose a la campaña nacional por Libertad para Belén.

La opinión de mujeres de Tunuyán, Tupungato y San Carlos sobre el caso de Belén y el pedido por su libertad

Victoria, docente del IES de Tunuyán. «En primer lugar, indistintamente de sí fue un aborto o no, nadie puede juzgar sobre el cuerpo de una mujer. Hecho que se tiene que poner en discusión, el aborto como derecho de la mujer. En segundo lugar, la violencia en la salud que se da en el trato hacia a la mujer. En tercer lugar, se debe juzgar la violencia institucional que llevo a que Belén tuviese un aborto espontaneo por no atenderla a tiempo. Y en cuarto lugar, la iglesia católica no debe seguir influyendo en las decisiones de la sociedad, si se llegó a la decisión de la prisión para Belén es porque la iglesia sigue teniendo el poder ideológico.»

Virginia, estudiante de Historia del IES de Tunuyán. «Es fundamentalmente importante porque Belén no sólo representa la opresión generalizada de todas las mujeres, sino que es muestra viva de que no podrán con nosotras en la lucha por nuestros derechos. Porque cada vez que decimos «si tocan a una salimos miles es porque hacemos eco y carne la ira que sentimos por este sistema tan desigual y deshumanizado, que sólo nos tiene como una reserva de recursos. Porque nos hace mostrarle al mundo que no pedimos caridad, exigimos su libertad porque es su derecho inalienable, y porque así será hayamos podido marcar un antes y un después en nuestra historia de luchas.»

Aldana, Estudiante de la UNCuyo. «Es importante pedir su libertad porque como Belén son miles las mujeres que tienen abortos espontáneos y sumado al estrés y mal rato que pasan, se suma la violencia psicológica que se les ejerce con acusaciones o interrogatorios que no son necesarios, porque aunque el aborto fuese provocado, somos dueñas de nuestra decisión. La libertad a Belén es importante para que también se empiece a pensar y a ver cómo están las cosas en los hospitales, en donde en muchos casos son mujeres las que ejercen esta violencia también.»

Estefanía, trabajadora de la salud y estudiante del IES de San Carlos. «Es importante pedir su libertad porque no ha cometido ningún delito. Se producen dos abortos espontáneos x día en promedio en el Valle de Uco. Considero importante el derecho a ser dueñas de nuestro propio cuerpo y defendido el derecho al aborto legal, seguro y gratuito. Pero si en cuanto a la legislación actual hablamos, esta chica está siendo juzgada sin delito alguno. O sea, no corresponde.»

Ana Julia, docente de secundaria y del IES de Tunuyán. «En primer lugar, es una injusticia porque no hay pruebas. Y si las hubiese es una hipocresía que esté presa por abortar mientras que el poder político sabe dónde funcionan las clínicas dónde abortan las ricas y nadie hace nada. Está presa por ser mujer y no tener suficiente dinero.»

Gisel, estudiante de la UNCuyo. «Libertad para Belén! porque Belén somos todas y hasta que no se hagan reformas en el código penal sobre este punto todas estamos sujetas a una decisión externa sobre nuestros cuerpos. Sea aborto espontáneo o deseado en el siglo XXI seguimos sin poder decidir sobre nosotras mismas. No es solo Belén, es lo que refleja para todas las mujeres. Una mujer presa por aborto espontáneo, procesada por homicidio agravado por el vínculo y condenada a ocho años de prisión! Mientras que cuando se acusa a un hombre que violó nos seguimos preguntando como iba vestida la chica! En eso se nota lo anacrónico de un código que ha quedado en el tiempo bajo una mirada sesgada de la época.»

Verónica, docente y militante por los derechos de las mujeres. «Belén está presa hace dos años, después de haber tenido un aborto espontáneo y acudir a un hospital público solicitando asistencia frente a una emergencia obstétrica. Un fallo oscurantista y reaccionario confirma que las denuncias de las organizaciones del movimiento de mujeres son acertadas. Se trata de un fallo que busca condenar a una joven pobre para criminalizar el derecho de las mujeres a decidir sobre su cuerpo. La pelea por la nulidad de este fallo escandaloso y la libertad para Belén, también tiene que ir de la mano por la lucha por el derecho al aborto legal, seguro y gratuito. En términos de la Ley, la acción del Estado debe crear condiciones de seguridad para cada mujer y para todas las mujeres como género, eliminar condiciones de riesgo y lograr el empoderamiento a través del acceso de las mujeres a oportunidades de desarrollo. No queremos un Estado que nos prohíba disponer de nuestros propios cuerpos. Esa es la peor de las violencias! Queremos un Estado garante de los derechos humanos de las mujeres! Libertad para Belén ya!»

Tati, estudiante del IES de Tupungato. «El aborto natural es un problema muy común, de cada 10 embarazos 2 terminan prematuramente. Esto fue lo que le sucedió a Belén. Ella fue acusada injustamente, tuvo atención hospitalaria pero sus derechos humanos se vieron violados. Son 8 años la condena que recae sobre ella y lleva ya 900 días presa, una mujer pobre. Pedimos su libertad para que no hayan más Belén en ninguna parte de la Argentina.»

 

 

Fuente: La Izquierda Diario