Las entidades del sector ofrecieron una suba del 10% de forma escalonada. Empresarios admiten que “llevará tiempo llegar a un acuerdo».
Las paritarias vitivinícolas arrancaron complicadas y todo indica que la negociación se extenderá por varias semanas. Ayer, en la segunda reunión entre el gremio y los empresarios, las propuestas de incremento salarial mostraron una brecha de 20 puntos porcentuales. Ante el desacuerdo, la paritaria pasó a un cuarto intermedio para el 28 de febrero a las 9.30.
La Federación de Obreros y Empleados Vitivinícolas y Afines (Foeva) insistió en un aumento del 30%, mientras que las cámaras empresarias presentaron en forma conjunta una propuesta de ajuste del 10% de manera escalonada. Lo cierto es que las dos posturas están lejos de la pauta inflacionaria del 15,7% establecida por el Gobierno de Mendoza en el Presupuesto 2018, valor que ha servido como referencia en las paritarias de los trabajadores estatales.
En principio ninguna de las partes parece dispuesta a ceder demasiado, lo que lleva a pensar que el consenso podría tardar varias semanas, como ocurrió el año pasado, cuando se acordó un aumento del 25% en el salario de los trabajadores y se dejó un sueldo base de $ 11.479 para operarios de bodega y de $ 10.957 para obreros de viña.
La propuesta empresaria
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La vitivinicultura cerró 2017 con muy malos resultados, registrando una caída de ventas de 65 millones de litros respecto a 2016. Eso, según los representantes de las bodegas, limita sus posibilidades a la hora de negociar en paritarias.
Walter Pavón, coordinador de Bodegas de Argentina, quien dio detalles de la propuesta presentada por el sector empresario. “Ofrecimos un incremento del 10% a realizarse en cuatro partes iguales del 2,5% cada una. El sindicato se mostró molesto por el porcentaje, pero deben entender que recién estamos empezando a negociar y llegar a un acuerdo llevará tiempo”, apuntó.
“Además, el Ministerio de Trabajo aún no estableció las reglas de juego. Todo indica que, al igual que el año pasado, podremos ofrecer sumas no remunerativas y aplicar subas escalonadas, pero aún no podemos confirmarlo de forma oficial. Cuando tengamos esa información, seguramente podremos acercarnos más a llegar a un acuerdo con el sindicato”, agregó Pavón.
Un factor que será determinante es el avance de la inflación. “No descartamos llegar a un acuerdo con una cláusula de renegociación en caso de que el índice inflacionario supere las expectativas”, reconoció el representante de Bodegas de Argentina.
Eduardo Senra, encargado del área de Relaciones Laborales de la Unión Vitivinícola Argentina (UVA) destacó: “Hay que tener en cuenta las necesidades de los trabajadores y las posibilidades de las empresas. Debemos ser prudentes en llegar a cifras que puedan ser afrontadas por todo el sector”.
Postura firme del gremio
Tras la reunión realizada con los empresarios, Luis Pedernera, secretario gremial de Foeva, consideró “una falta de respeto” al ofrecimiento realizado por las entidades empresarias y aseguró que el sindicato se mantendrá firme en su pedido de aumento del 30%.
“No tenemos margen para bajar de ese número. Entendemos la realidad de las empresas, pero la situación de los trabajadores es crítica”, protestó.
Fuente: Los Andes por Mariano Zalazar