> Calendario del Archivo de Noticias <

El titular de Higiene y Alimentos de Mendoza sobre los parripollos: «no deben funcionar»

WhatsApp
Facebook
Twitter
Imprimir

El titular de ese departamento responsabilizó a los municipios por la falta de controles y a los consumidores, que alientan la venta clandestina.

Daniel Rabino, responsable del Departamento de Higiene y Alimentos de Mendoza afirmó categóricamente este martes que «los parripollos son establecimientos que no deben funcionar». Responsabilizó a los municipios por la falta de controles y a los consumidores, que alientan la venta clandestina.

Es que hay quejas de los Mayoristas por la venta de pollos en mal estado de algunos negocios.

En una nota con Radio Nihuil, Rabino se refirió a los controles que se realizan a los negocios de comidas.

Añadió que «los parripollos deben clausurarse. La primera tarea la tiene que realizar el municipio y tiene que ir o intimar a esta gente a que se retire o que tenga un local comercial para vender pollos».

Sin embargo, Rabino esgrimió que no es fácil sacar a estos negocios clandestinos de circulación. «El inconveniente es que hay que retirarlos con la fuerza pública», dijo.

Y luego explicó: «Un establecimiento que funciona en el ámbito privado nos da la posibilidad que nosotros hagamos inspecciones y clausuremos el local en caso que no cumpla con las normas correspondientes. En cambio, cuando están en un domicilio particular no podemos ingresar sin una orden de un juez».

«Hay que tomar acciones junto con otros organismos de control, ir con la fuerza pública, retirarlos de la calle, decomisarles los productos y esperar que no se vuelvan a instalar», afirmó.

Pero habló de las culpas que tienen las personas que compran este tipo de productor. «Nosotros como consumidores también tenemos un rol importante en esto, si vemos que hay establecimientos de la vía pública que no nos generan garantía, no consumamos este tipo de productos», exteriorizó.

«No es lo mismo que compre un pollo en una rotisería, que cuenta con todos los controles, que lo hagamos en la vía pública», añadió.

«El primer responsable de todo establecimiento elaborador de alimentos es el municipio, quien es el que habilita a los negocios a funcionar si cumplen con la normativas vigentes. Después los controles pasan a la Provincia cuando los establecimientos tienen que inscribir sus productos para que puedan circular por todo el país», aclaró.

«El seguimiento de los negocios se hace en conjunto con los municipios, la Provincia y otros organismos, como la Dirección de Ganadería y  la Dirección de Fiscalización y Control», dijo.

Quejas de los Mayoristas

Los Mayoristas pusieron en la picota los controles en las ventas de pollos, ya que se quejan que hay gente que transporta los alimentos y se corta la cadena de frío. Estas inquietudes surgen de la investigación del periodista de Radio Nihuil, Pablo Gamba.

Un Mayorista, expresó: «La caja de pollo de 20 kilos cuesta entre 1550 y 1600 pesos, según la marca. Es preenfriado y no congelado, que es la gran diferencia por el peso final de la caja. Esa mercaderóa luego es puesta en los negocios».

«Por lo general, mucha gente va a buscar los pollos en autos particulares y es todo un tema, ya que no utilizan un furgón térmico y luego reparten la mercadería en los parripollos. Vaya a saber cuánto tiempo lo tienen y cortan las cadenas de frío», añadió al respecto.

Algunos precios

La caja de pollo aumentó un 40%, pero la gente sigue comprando este producto. Estos son algunos de los valores existentes:

  • Un pollo con papa grande en capital cuesta 390 pesos.
  • Pollo con papa chica: en Capital ($360), Las Heras ($220 pesos), Guaymallén ($270), Luján (300), Godoy Cruz (360) y Maipú ($370).

Fuente: Diario Uno