Aunque en este nuevo ciclo hidrológico (octubre 2016- setiembre 2017) se presentó una mayor cantidad de nevadas en las nacientes de los ríos correspondientes a la región de Mendoza y el Valle de Uco, y con disminuciones en la región Sur (Malargüe, Diamante y Atuel), se prevé que no alcanzará valores medios en los escurrimientos de los mismos.
Por lo tanto, los ríos Mendoza, Tunuyán, Diamante, Malargüe y Grande entrarán en el sexto año de emergencia hídrica, para el río Atuel será el séptimo.
El superintendente del Departamento General de Irrigación, José Luis Álvarez, aseguró que debemos seguir considerando que Mendoza continúa en emergencia hídrica debido a que hay que garantizar agua no sólo para este próximo verano sino también para la primavera 2017. “Es necesario que intensifiquemos medidas como continuar con la colocación de puntos de medición en los cauces de toda la provincia al igual que pluviómetros”, dijo.