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«El Retorno a la Patria» de San Martín inmortalizado en la obra del Manzano Histórico

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“El Retorno a la Patria” de San Martín quedó inmortalizado en el Manzano Histórico, en la obra del escultor Luis Perlotti. Además del encuentro del Libertador de América, hay otra historia para contar: la de quienes lucharon para declarar el lugar histórico y erigir el monumento. 

Cada rincón de la provincia habla del Libertador y su gesta, y en ese contexto, Tunuyán es parte fundamental de la historia Sanmartiniana. El monumento “Retorno a la Patria”, obra del escultor argentino Luis Perlotti, que fuera erigido entre 1949 y 1950, rememora el histórico momento ocurrido en 1823 cuando San Martín, al pie del Paso del Portillo (hoy Manzano Histórico – entonces Cajón del Manzano) se encuentra con su amigo, el Coronel Manuel Olazábal. El Libertador regresaba del Perú, luego de su histórico renunciamiento. Olazábal, otrora cadete del Regimiento de Granaderos a Caballo, salía a recibir al Héroe Máximo de la América Libre.

Años después, un grupo de ciudadanos comprometidos con la historia decidió trabajar incansablemente para mantener viva la memoria y la esencia del Gran Capitán de América y procuró, que aquel histórico «Retorno a la Patria» se plasmara en un monumento.

El Manzano Histórico de Tunuyán recuerda el paso de San Martín y su encuentro con Olazábal, quienes pernoctaron bajo un pabellón de ponchos armado en un manzano que se encontraba en el lugar. Este árbol fue declarado “Monumento Histórico” el 7 de febrero de 1938 por decreto 169/38 del Gobierno Provincial. En 1975, por Decreto 368/75 del Gobierno Nacional es declarado “Árbol Histórico”.

Hacia 1940 se iniciaron los trámites para el levanta- miento de un monumento a San Martín en el Manza- no Histórico. Comenzaba a formarse una comisión que se denominó primeramente Pro-consagración de Manzano Histórico de Tunuyán y luego, Comisión Pro Monumento, Esta Comisión estuvo integra- da, entre otros, por Antonio Scaravelli, Leonardo Napolitano, Pedro Ramírez, Gregorio Merino, Julio Jury, Mario Constantini, Felipe Rosas, Julio Villa- nueva, Juan de Dios Videla, Prudencio Vidal Amieva, Lidoro Chacón y Gabriel Alós. Estos visi narios gestionaron, en forma paralela, la prosecución del camino internacional a Chile.

En Julio de 1941 la Comisión eleva una nota al Dr. Ricardo Levene, Presidente de la Comisión Nacional de Museos y de Monumentos y Lugares Históricos, solicitando que «dicho monumento sea respetado y se le guarde los honores debidos como un elemento más de nuestra Patria y tradición”.

Inmediatamente comenzaron los contactos con quienes estuvieran interesados en colaborar con la construcción del monumento, encontrando entre las primeras instituciones dispuestas al Ejército Argentino y destacándose la participación del Teniente Coronel Jorge Rodríguez junto a otros oficiales. El 6 de agosto de 1942, el Suboficial Principal Eliseo de Arrascaeta sugirió la construcción de un monumento con un costo aproximado de 6.000 pesos. Así comenzaron los tradicionales eventos de recaudación de fondos, desde rifas hasta colectas entre la sociedad toda. Es de destacar una nota del Comisario de la Policía de Maipú que remite a la Comisión la suma de 27 pesos “recolectados entre el personal de esta comisaría como aporte para esa magnífica obra”.

De a poco, el levantamiento del monumento comienza a tomar estado público, logrando el apoyo oficial que llega de la mano de dos diputados: Hector J. Cámpora y Raúl Bustos Fierros, quienes entusiasmados por los permanentes requerimientos de la Comisión remiten al Congreso un proyecto de ley para el alzamiento de un monumento en el Manzano Histórico de Tunuyán. Una vez aprobada la iniciativa, se llama a concurso, siendo elegido para su realización al escultor Luis Perlotti, quien comenza rá sus trabajos en 1949 culminando el 31 de diciembre de 1950. Al cumplirse el primer centenario del fallecimiento del General José de San Martín, la obra queda concluida e inaugurada.

Once años habían transcurrido desde que un grupo de soñadores, encabezados por el Doctor Antonio José Scaravelli, proyectara este hermoso sueño, como homenaje sentido y meritorio al General José de San Martín. El epígrafe gravado en la piedra, al pie del monumento, rememora la grandeza del Libertador de América: “Renunciamiento a la Gloria”.