Rajoy compareció ante diputados y senadores en una sesión especial. Acusó al ex tesorero de su partido y dijo que el tiempo le dará la razón.
El presidente del gobierno español, Mariano Rajoy, en el ojo del huracán por un escándalo de corrupción, rechazó hoy en el Parlamento acusaciones del ex tesorero del Partido Popular (PP) de que cobró sobresueldos y afirmó que no piensa renunciar, como exigió todo el arco opositor.
«Ni voy a dimitir ni voy a convocar elecciones generales», dijo el mandatario conservador en una sesión especial ante diputados y senadores en el recinto del Senado que fue convocada especialmente para que Rajoy diera explicaciones sobre las denuncias del encarcelado ex tesorero Luis Bárcenas.
Bárcenas se encuentra detenido desde el 27 de junio, acusado de delitos fiscales, cohecho, blanqueo de capitales, falsedad documental y de realizar una contabilidad paralela en el partido para pagar sobresueldos a dirigentes, incluyendo a Rajoy cuando fue ministro, según se desprende de esos documentos.
«Los testigos no pueden mentir ante un juez. Los imputados sí. Pueden rodearse de excusas, pretextos, cambiar de versiones. Eso es lo que está haciendo» Bárcenas, consideró Rajoy, que enfatizó que las acusaciones del ex tesorero son falsas y «el tiempo y la Justicia lo demostrarán».
«Me equivoqué con Bárcenas, lo lamento, me equivoqué al mantener la confianza en alguien que ahora sabemos que no la merecía» prosiguió, tratando de despegarse de un ex tesorero a quien él mismo designó en 2008.
Rajoy agregó que su actitud responde a «una estrategia de defensa que es atacar al PP», según informó la agencia de noticias EFE.
El presidente dijo que esa confianza se quebró cuando llegó la confirmación de la existencia de cuentas de Bárcenas en Suiza, en las que la Justicia española ha averiguado que llegó a acumular más de 48 millones de euros (63 millones de dólares) sin declarar al fisco español.
Mi delito es «creer a un falso inocente, pero no encubrir a un falso culpable», insistió Rajoy en su esperada comparecencia, que no obstante no satisfizo al opositor Partido Socialista Obrero Español (PSOE), que exigió su renuncia, y a otras agrupaciones que reclamaron la celebración de elecciones anticipadas.
LA OPOSICIÓN INSISTE CON LA RENUNCIA
Además de no dar crédito a sus argumentos, la oposición le recriminó de modo insistente que mantuviera contactos con el ex tesorero incluso cuando ya era investigado y que el PP le pagara sueldos aún después de que dejara de ser el responsable de las cuentas del partido.
«Tiene usted que marcharse, señor Rajoy», le señaló el líder del Partido Socialista (PSOE), Alfredo Pérez Rubalcaba, que acusó al PP de ganar elecciones durante dos décadas «con un sistema de financiación ilegal».
«Usted está haciendo daño a España», le dijo. «No le podemos creer porque nos ha mentido».
«Dimita y convoque elecciones generales para darle la voz al pueblo», le instó por su parte Cayo Lara, el líder de Izquierda Unida (IU), la tercera fuerza parlamentaria de ámbito nacional.
Rajoy se negó durante meses a dar explicaciones sobre este caso y finalmente compareció ante los legisladores en medio de una fuerte presión política, mediática y social y cuando las encuestas muestran un desplome electoral del PP en medio del escándalo.
Su decisión de hablar finalmente ante los diputados a petición propia la anunció después de que el PSOE anunció una moción de censura contra él si volvía a negarse.
Hoy rechazó haber ido al Parlamento «a rastras» y aseguró hacerlo para «frenar» una «erosión de la imagen de España».
LA CAUSA
La causa, conocida como caso «Gürtel» y que ya tenía a muy mal traer al PP, involucró de lleno a Rajoy cuando Bárcenas entregó al juez Pablo Ruz documentos con la supuesta contabilidad paralela del partido.
En estos registros consta que Rajoy cobró sobresueldos cuando fue ministro del ex presidente José María Aznar que povenían de donaciones irregulares de los empresarios a los que la cúpula del PP adjudicaba a dedo la ejecución de varios y jugosos contratos.
Esta semana, el juez Ruz decretó un embargo de propiedades de Bárcenas y citó a declarar como testigos a la segunda de Rajoy en la jerarquía del PP, la secretaria general María Dolores de Cospedal, y a sus dos antecesores en el cargo.
Fuente: Télam