Como consecuencia, el consumo de estos productos se precipitó hasta niveles de 2002, plena época de crisis.
Los precios de los lácteos se dispararon 40% en 2016 y el consumo de estos productos de primera necesidad se derrumbó hasta niveles de 2002, momentos en los que el país atravesaba una profunda crisis económica.
La demanda de leche en polvo, consumida mayoritariamente por los sectores más humildes de la población, se derrumbó el 45% en los 12 meses del año pasado, hasta alcanzar la marca más baja en lo que va de este siglo.
Lejos de recuperarse en el arranque del 2017, el sector lácteo registró una sostenida baja en la demanda de sus productos durante el primer trimestre, según estadísticas oficiales del Ministerio de Agroindustria.
Los datos oficiales del Gobierno nacional indican que en 2016 se tomaron cuatro litros menos de leche por habitante respecto de 2015, lo que significó una baja del 9,2%.
La ingesta por persona se redujo así a 40,1 litros anuales, el nivel más bajo desde 2002.
En leche en polvo, la demanda se derrumbó el 45,2% interanual y pasó a 1,6 kilos por habitante, la marca más baja de todo el siglo XIX.
Diez años atrás se consumía 4,43 kilos de leche en polvo, una marca que casi triplica el consumo actual.
El consumo de yogures tuvo récords de caída anual del 9,4%: se compraron en 2016 menos de 10 kilos por persona, algo que no pasaba desde 2004.
La demanda de quesos bajó al mínimo de los últimos cinco años con un consumo de 11,92 kilos anuales por persona, con una baja del 10% en los blandos, los más populares.
La venta de dulce de leche perforó el piso de 3 kilos por habitante, algo que no se veía desde 2006, de acuerdo con las estadísticas oficiales.
La retracción continuó en el primer trimestre de este año, según los números provistos por el Observatorio de la Cadena Láctea Argentina.
En ese período, las ventas de lácteos cayeron 10,9% interanual, con bajas fuertes en leche líquida (10,4%) y yogures (14,9%).
La caída de la venta de lácteos se da en el marco de una brusca suba del 40% de los precios, contra el 26,7% de incremento en los alimentos.
Los lácteos quedaron como los artículos comestibles con mayor aumento durante 2016, sólo detrás de los aceites.
Auxilio financiero para Sancor
Fue necesario un paro total de actividades en la industria láctea para que reaccionaran las partes y el Gobierno destrabara los fondos estimados en $450 millones para asistir a la cooperativa Sancor en su profunda crisis.
Tras algunos momentos de tensión y un absoluto acatamiento a la medida de fuerza por parte de 30 mil afiliados a la Asociación de Trabajadores de la Industria de la República Argentina (Atilra) en el país, el Ministerio de Trabajo de la Nación se convirtió en el puente de las distintas posiciones.
Ante el cese de actividades en sus plantas, el Centro de Industria Lechera (CIL) interpuso un recurso de conciliación obligatoria el jueves, día del paro, que había comenzado con un plazo de 24 horas, pero que amenazaba extenderse por tiempo indeterminado.
Fuente: Diario UNO