Ayer por la mañana el Departamento General de Irrigación inició las tareas de limpieza en aproximadamente 20 kilómetros de desagües de la cuenca del río Tunuyán Superior. En total unas 22.000 hectáreas bajo cultivo son las que se verán beneficiadas por el operativo que se emprende en los desagües del «Polideportivo” y “Vivó” de Tunuyán, y en el “Carril Viejo” de San Carlos.
Atravesado por gran cantidad de vertientes, arroyos y desagües, la zona de influencia de esta cuenca, requiere de un mantenimiento permanente de estos cauces para evitar la salinización de los suelos y pérdida de cultivos. A los problemas de la napa freática se suman el crecimiento permanente de malezas de gran tamaño y el vuelco indiscriminado de residuos sólidos urbanos que forman una barrera de contención del agua.
El desagüe del «Polideportivo” tiene una extensión total de 5 kilómetros, nace en el sur de Tunuyán en los efluentes de campos ubicados en calle Argentina, y culmina en la zona norte al desembocar en el Arroyo Claro (afluente del Río Tunuyán).
El “Vivo” abarca 11 kilómetros desde el distrito La Primavera hasta el Río Tunuyán. Finalmente el Desagüe conocido como “Carril Viejo”, nace en Eugenio Bustos y culmina en el colector Piedras (afluente del Arroyo Yaucha), recorriendo 4 kilómetros en total.
Los Desagües de la zona de influencia del Río Tunuyán Superior, cumplen una función primordial en el suelo de gran parte del Valle de Uco. A su paso van tomando el agua de vertientes naturales y de los drenes de las tierras (función que libera de excedentes hídricos al suelo y evita su salinización). Precisamente por la alta humedad es que la vegetación crece de manera vigorosa, especialmente la totora que debido al alto de la planta y fortaleza de su raíz, es un importante obstáculo natural para el escurrimiento del agua.
Otro de los reiterados inconvenientes que sufren los cauces de la provincia y que también están presentes en el Tunuyán Superior, es la presencia del gran cúmulo de residuos sólidos urbanos. La poca solidaridad para con el sector agrícola y la falta de conciencia en no contaminar el agua ni afectar las condiciones de salubridad, son una constante en las urbes alrededor de un canal. Este hecho lo grafica perfectamente la situación que se presenta en el Arroyo Claro, donde a pesar de haberse limpiado sus 5 kilómetros de extensión, ya se encuentran montículos de basura a su alrededor.
Vale destacar que esta zona de riego requiere de un permanente mantenimiento, especialmente porque los aportes de los desagües terminan desembocando en el río y posteriormente en el dique Carrizal.
En este marco el presidente del Honorable Tribunal Administrativo de Irrigación y consejero del río Tunuyán Superior, Carlos Dávila, afirmó que “durante fines de 2011 por la limpieza en La Riojita, La Estacada y Guiñazú, logramos mejorar de 5 a 7 m3 por segundo los aportes hídricos al dique Carrizal. Ahora mejoraremos en aproximadamente de 1m3 por segundo los aportes, estos datos dimensionan la trascendencia de estas tareas”.