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El nuevo sistema de créditos para la vivienda consta de varios elementos y actores claves

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El financiamiento del ambicioso Programa Crédito Argentino (Pro.Cre.Ar) del Bicentenario requeriría, sólo para la construcción de las primeras quince mil viviendas, unos 3000 millones de pesos, estimando 200 mil pesos por crédito.

 Esa cifra condice con el aporte inicial del Tesoro Nacional al Fondo Fiduciario Público que otorgará los créditos hipotecarios y desarrollará los proyectos de construcción sobre los terrenos cedidos. Como no se necesitaría desembolsar el total de los créditos de una vez, ya que se irían liberando al ritmo del avance de obra, ese mismo monto podría financiar el comienzo de muchas más viviendas (75 mil, si sólo se desembolsara la quinta parte del valor de la obra), al tiempo que se vayan asegurando los fondos para los nuevos créditos y los tramos siguientes de los ya adjudicados. Para esta financiación adicional, está prevista la emisión de títulos públicos, denominados Valores Representativos de Deuda (VRD). Contrariamente a lo que dieron por sentado algunas críticas lanzadas desde la oposición, inicialmente la Anses no realiza aportes para financiar el programa, según fuentes oficiales, ni compromete recursos del Fondo de Garantía de Sustentabilidad (FGS), intencionalmente mal llamado “la plata de los jubilados”.

El nuevo sistema de créditos para la vivienda consta de varios elementos y actores clave.

– Fondo Fiduciario. Constituido bajo el nombre de Programa Crédito Argentino del Bicentenario para la Vivienda Unica Familiar (Pro.Cre.Ar.), el aporte inicial del Tesoro consistirá en los mencionados 3000 millones de pesos más las 1870 hectáreas de tierras fiscales cedidas, que conforman el patrimonio inicial del fideicomiso. El Decreto 902/2012 que crea el Fondo Fiduciario Público define que “se constituye con recursos públicos para atender en forma integral el desarrollo de proyectos urbanísticos destinados a las familias, así como para otorgar créditos para la adquisición o para la construcción de viviendas”.

– Comité Ejecutivo. A fin de operativizar y agilizar la toma de decisiones del Fondo, se crea un Comité Ejecutivo integrado por el secretario de Política Económica y Planificación del Desarrollo, el director ejecutivo de la Anses, el secretario de Obras Públicas y el titular del Onabe (órgano administrador de bienes del Estado).

– Fiduciario. Será el Banco Hipotecario SA, administrador de los bienes que se transfieren en fideicomiso. El Comité Ejecutivo es el encargado de fijar las condiciones, impartir instrucciones y autorizar, en forma previa, las actividades a cargo del Fiduciario y efectuar su seguimiento.

El decreto de creación del Fondo Fiduciario establece que su patrimonio, o fideicomiso, estará constituido por:

– Recursos provenientes del Tesoro Nacional que le asigne el Estado Nacional;

– Bienes inmuebles que le transfiera en forma directa el Estado Nacional;

– Ingresos obtenidos por la emisión de Valores Representativos de Deuda (VRD) que emita el Fiduciario (Banco Hipotecario), con aval del Tesoro Nacional;

– El producido de sus operaciones e inversión de los bienes cedidos en fideicomiso, los ingresos provenientes de otros empréstitos que contraiga y otros aportes, contribuciones, subsidios, etc., específicamente destinados al Fondo.

Fuentes oficiales adelantaron que los VRD que emita el Hipotecario contarán con oferta pública y cotización en la Bolsa de Comercio de Buenos Aires. Es decir que podrán ser adquiridos por inversores privados, así como por la Anses para sumarlos a sus activos públicos. Pero aclararon que “la Anses no suscribe inicialmente el fideicomiso público, sino que los aportes surgen del Tesoro”.

El rendimiento de los VRD será del 9 por ciento durante los primeros cinco años y, a partir del sexto, será variable (dependiendo del rendimiento de la cartera de préstamos hipotecarios), estimando un rendimiento medio del 15 por ciento y siempre con el piso del 9 por ciento anual. Los recursos del Fondo Fiduciario, o fideicomiso, también se incrementan con los intereses ganados y la venta de las tierras fiscales una vez que se adjudican a los titulares de créditos para construcción. Esta acumulación es la que posibilita el repago de los VRD y seguir otorgando nuevos créditos, junto a los recursos y aportes que vaya agregando el Tesoro Nacional.

Finalmente, y ante la consulta de este diario, la fuente oficial insistió en que “los fondos del sistema de seguridad social pertenecen no sólo a los jubilados, sino también a los trabajadores y ciudadanos en general. El Fondo de Garantía (FGS) es un fondo de reserva destinado a cubrir los eventuales déficit del sistema previsional ante ciclos económicos negativos de la economía que pudieran afectarlo; su objeto también es fomentar el círculo virtuoso de la economía al permitir realizar inversiones que redundan en una mejora de la infraestructura, del mercado de trabajo, de las condiciones sociales y de la recaudación previsional”. Una de esas formas, en el futuro, será la adquisición de los VRD, seguramente.

Fuente: Página 12