Este domingo un grupo de fieles se acercó a la parroquia y participó de la ceremonia religiosa, en donde el interventor que está a cargo de la congregación dio un sermón con un fuerte respaldo al padre Diego de Jesús y Oscar Portillo, ambos detenidos y acusados de abuso sexual a un ex seminarista.
En medio del escándalo por una nueva denuncia que involucra al Arzobispado y a miembros de la Iglesia Católica de Mendoza, el domingo se abrieron las puertas del Monasterio del Cristo Orante de Tupungato y se ofreció una misa con un fuerte respaldo a los fundadores de la congregación, quienes están detenidos e imputados de abuso sexual contra un ex seminarista.
A pesar de que desde el propio Arzobispado se dijo que se iba a cerrar el lugar por la investigación judicial que está en curso, según la información que brindaron desde el entorno de la entidad, este domingo se realizó una ceremonia de la que participaron fieles y donde el padre que brindó el sermón, manifestó el apoyo a los sacerdotes Diego de Jesús Roqué y Oscar Portillo.
El religioso que se hizo cargo de la institución es el cura Aldo Vallone, quien se desempeña como párroco de la iglesia Nuestra Señora de Loreto y es miembro del Consejo Presbiteral.
Vallone sostuvo en esa ocasión que «hay una absoluta presunción de inocencia respecto a estas acusaciones».
En varias ocasiones «resaltó» que su función era la de “preservar, acompañar y proteger” a los monjes y a los feligreses en este momento».
De esta manera, miembros del gobierno del Arzobispado se mostraron en sintonía con las manifestaciones que hiciera desde la cárcel Roqué a través de una carta que fue publicada en un blog religioso, llamado Adoración y Liberación.
En esa misiva sin hacer alusión a la denuncia ni tampoco haciendo una defensa por los cargos que enfrentar, Roqué afirma que en la cárcel han creado otro espacio para la oración y que han hecho un altar con cajas de cartón.
«El Cielo se abre de par en par, como una exclusa. Celebramos la Misa, algo clandestina, con un permiso algo precario pero no es peligroso. Los guardias saben. Los demás reclusos nos ayudan a juntar cajas y cartones y armar el altar, y un cura nos pasó hostias, vino y un misalito. Rezamos el oficio, adoramos al Señor, el Rosario, y demás yerbas. Todo en un clima, en una atmosfera que linda con lo inefable. Hay mucha Luz divina en esta tiniebla», dijo el religioso, entre otras expresiones como que «la guerra ha comenzado».
El pasado 27 de diciembre, ambos clérigos fueron detenidos y se hicieron sendos allanamientos tanto en el monasterio, como en el Arzobispado.
Desde esa fecha, sólo se avanzó en la toma de testimoniales de testigos propuestos por la querella y se está a la espera de la realización de las pericias médicas y psicológicas al denunciante, como a los curas sospechados.
En el medio, los abogados de la víctima recusaron al fiscal en jefe Javier Pascua, a cargo de la Unidad Fiscal del Valle de Uco.
Entre los argumentos que expusieron los letrados fue que se divulgó que «Nicolás», como se identificó al denunciante, no se había presentado a las pericias porque no se encontraba en condiciones de hacerlo. Precisamente, el denunciante aseguró sentir «malestar» y una revictimización por la trascendencia de estos estudios.
Fuentes judiciales indicaron que esta semana se avanzará con alguno de los estudios, pero no se concretará la audiencia para evaluar el pedido de la detención domiciliaria.
Fuente: El Sol