Este lunes, el juez Oscar Balmes dictó el procesamiento y la prisión preventiva para el marido y el cuñado de Alejandra Janko, la joven madre que apareció muerta en un arroyo de San Carlos, después de varios días de búsqueda. El magistrado rechazó el pedido de la defensa que pretendía la nulidad del proceso, la liberación de los sospechosos, y la devolución de los $120.000 que fueron secuestrados durante la investigación.
Sixto Cruz, y su medio hermano Iber Mora, quedaron procesados por el homicidio doblemente agravado de Alejandra Janko. La decisión del juez Oscar Balmes, quien dictó también la prisión preventiva de ambos sujetos, responde a las pruebas recabadas, entre las que figuran el informe del forense y las declaraciones de los procesados, contradictorias en varios puntos. El magistrado también libró un embargo de $50.000 para cada uno de los detenidos, en forma provisoria por las costas del juicio, y negó la devolución de los $120.000 que fueron secuestrados durante la investigación.
Alejandra Janko desapareció el 10 de diciembre, y su cuerpo fue encontrado 10 días después, en un arroyo cercano a su vivienda. Durante ese lapso de tiempo, su familia directa (hermanos) y vecinos habían impulsado una búsqueda desesperada, mientras su marido decía que ella se había ido a la ciudad de Mendoza a realizar trámites, y luego, que se había marchado con otro hombre, llevándose además el dinero de la venta del ajo (unos $200.000). Sin embargo, cuando la Policía encontró el cuerpo de Alejandra, semienterrado en un arroyo, a unos 600 metros de la vivienda, Cruz declaró haberla matado, pero según él, casi accidentalmente, después de darle un golpe, y de que la joven cayera al suelo. A su declaración de la muerte accidental agregó que, como no respiraba, y “le dio miedo”, la arrojó al arroyo. Por su parte, el cuñado de Alejandra, quien había desviado la búsqueda de la mujer en varios momentos, declaró no tener nada que ver con la muerte ni con la desaparición del cuerpo.
Sin embargo, y como explicó la abogada querellante, Lorena Martín, fueron las propias declaraciones las que más complicaron a los hombres, sobre todo por las contradicciones que develó el informe del Forense, y las mismas palabras de los procesados. “Cruz afirmó que el día 10, alrededor de las 5 de la mañana, mientras buscaban agua en la surgente, discutió con Alejandra, y que le dio un golpe en la cara y otro en el abdomen, por lo que la mujer cayó, muriendo accidentalmente” explica la doctora Martín, y agrega: “Sin embargo, la autopsia reveló que Alejandra murió a las 00 horas, y que tenía golpes muy fuertes en el cráneo, que le provocaron la muerte. Esto con respecto al deceso, pero además, en relación a la desaparición del cuerpo hay elementos que indican que los dos hombres participaron, entre ellos, una declaración totalmente confusa y contradictoria por parte de Mora”.
Uno de los aportes más importantes y dolorosos tiene que ver con las declaraciones de la hijita de Alejandra, una nena de 9 años, que fue quien le dijo primero a su tía “que creía que su mamá estaba muerta”. “La nena dijo que vio a los dos hombres como a las 5 de la mañana, y que cuando les preguntó por su madre, le dijeron que se había ido. Sin embargo, la nena afirmó que su mamá no se iba a ningún lado sin sus “zapatos de salir” (zapatos que luego desaparecieron), además de que vio las trabitas del pelo en el suelo, y otros detalles, como saber que su mamá no se iría sin sus hijos, sobre todo, sin la más pequeña, a quien amamantaba” afirmó la abogada Martín, y explicó que, aparentemente, uno de los móviles, además de la violencia de género, parecería ser el dinero que Alejandra guardaba, y que según parece, le quitaron.
“Alejandra sufría violencia y maltratos. Su esposo se emborrachaba y le pegaba, pero además, y según algunos datos, la situación se había vuelto mucho más penosa, cuando llegó al lugar el medio hermano de su marido, con su esposa y una cuñada; en los últimos tiempos, habían alejado a Alejandra de su propia familia” cuenta Martín. Según la abogada, también hay registros de giros bancarios periódicos hacia Bolivia, ya que “Mora tenía muchos problemas en ese país, y por eso debía enviar dinero”.
Por ahora, y a partir de las pruebas aportadas, el juez Balmes dictó el procesamiento y la prisión preventiva por 4 meses de Cruz y Mora, por homicidio doblemente agravado. A partir de la medida, los hombres deberán esperar el juicio en prisión, en la Penitenciería provincial. El abogado defensor, Edgardo Valles, puede apelar esta decisión, aunque es difícil que la Cámara haga lugar al pedido, sobre todo porque ambos acusados ya intentaron entorpecer el proceso, ocultando las pruebas; además, nada asegura que no intenten fugarse.
Por su parte, la abogada Lorena Martín, asegura que se viene un proceso de investigación donde se buscará reunir pruebas contundentes para condenar a los hombres: “un elemento muy importante será la declaración de la nena a través de una cámara gesell; sin embargo, vamos a necesitar que quienes tengan elementos relacionados con la causa, los aporten. Hay que demostrar que esto fue un crimen agravado, no solo por tratarse de una mujer, sino porque fue totalmente premeditado”.