El Gobierno les otorgó a las provincias con deudas con la Nación un nuevo plazo de dos años (hasta el 31 de diciembre de 2013) para empezar a pagar las cuotas de la refinanciación prevista en el Programa Federal de Desendeudamiento. El anuncio fue formulado por la presidenta de la Nación, Cristina Fernández, tras una reunión con gobernadores en la Casa de Gobierno. La jefa de Estado subrayó que el beneficio acordado a diecisiete provincias permitirá aliviar las cuentas fiscales de esos distritos, auxilio reclamado por el conjunto de los mandatarios para poder afrontar sus respectivas gestiones a lo largo del año 2012.
Sólo en el año que se inicia la semana próxima, los compromisos de las provincias con la Nación por pago de amortizaciones e intereses sumaban cerca de 23 mil millones de pesos. Tras este alivio inicial, las diecisiete provincias que suscribieron convenios del programa de desendeudamiento tendrán plazo hasta el año 2030 para liquidar sus respectivas deudas, a una tasa fija del seis por ciento anual y sin ajuste por el coeficiente de inflación, el CER. Estas deudas se originan en los programas de salvataje que desde la Nación se implementaron desde 2002 en adelante para rescatar a las provincias del ahogo del que salieron de la convertibilidad. Este rescate abarcó, inclusive, el canje de las cuasimonedas lanzadas por las provincias en plena crisis para impedir que las economías locales se paralizaran por iliquidez.
El programa de desendeudamiento de las provincias había sido lanzado en mayo de 2010 desde la Casa Rosada. En aquel momento se contempló un período de gracia (sin vencimientos ni obligaciones de pago) hasta fines de 2011. “A partir de este año todas las provincias debían comenzar a abonar la deuda”, recordó ayer Cristina, pero en respuesta al reclamo de los gobernadores se resolvió renovar ese plazo por dos años más. Además, a las dieciséis provincias que originalmente habían adherido al programa, se sumó en esta oportunidad la de Chubut, comandada por Martín Buzzi.
En el nuevo acuerdo la Nación exige, como contrapartida, que cada provincia informe al Sistema Integrado Previsional Argentino (SIPA) la cantidad de trabajadores que emplea el Estado a nivel provincial y municipal, antes del 29 de febrero próximo.
El primer paso del Programa Federal de Desendeudamiento, en el año 2010, fue aplicar un monto acumulado en el fondo de Aportes del Tesoro Nacional a la cancelación parcial de deudas de las provincias con la Nación. Ese monto acumulado ascendía, al 31 de diciembre de 2009, a 9800 millones de pesos y permitió reducir la deuda global de las provincias con la Nación de 71.250 millones de pesos a 61.450 millones, aproximadamente, al 30 de septiembre de 2010.
Como esta quita o cancelación se hizo en forma proporcional al stock de deuda de cada provincia, las más favorecidas fueron las más endeudadas. Así, Buenos Aires obtuvo una reducción de 3700 millones de pesos y Córdoba, de 1500 millones. Entre ambas provincias, representan prácticamente el 50 por ciento del stock global de deuda de las provincias con la Nación. En el otro extremo, las provincias de La Pampa, San Luis, Santa Cruz, Santa Fe y Santiago del Estero, además de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, quedaron al margen del programa por carecer de deudas significativas con el Estado nacional. La provincia de Chubut, a pesar de estar endeudada, optó por rechazar la propuesta por decisión de su gobernador de entonces, Mario Das Neves. Ahora, con Martín Buzzi al frente, decidió adherir.
Todos los gobernadores presentes en la Rosada valoraron positivamente el impacto de la ayuda financiera de la Nación, pero especialmente los que están al frente de las provincias más comprometidas. Daniel Scioli, mandatario bonaerense, calificó como “muy positivo” el anuncio de la prórroga del período de gracia, y dijo que esta decisión “alivia las cuentas, contribuye al federalismo y al desarrollo armónico del conjunto de la Nación”. Indicó que junto a las reformas fiscales propias de la provincia de Buenos Aires “se ha permitido un achicamiento sostenido de nuestro déficit”.
En tanto Buzzi explicó el cambio de postura de su provincia respecto de la adhesión al programa de desendeudamiento, destacando “el nuevo vínculo” existente entre la provincia y la Nación. El acuerdo de refinanciación, señaló, le permite a Chubut “tener un respiro que tanto estaba necesitando, en el contexto de la crisis agropecuaria de la Meseta (chubutense) y las políticas de acción directa que ya se están ejecutando”. “Nos habíamos quedado afuera y ahora tenemos la oportunidad de sumarnos a este beneficio”, dijo.
Fuente: Página 12