El Gobierno provincial ultima los detalles para evitar que este invierno, tal como ocurrió el año pasado, se registren problemas con el abastecimiento de gas envasado. El plan tiene varios puntos pero un mismo objetivo: que todos puedan acceder a la garrafa social al precio que se estipule –aún no se ha definido–. En el caso de que esto no se logre, ya están previstos los mecanismos para conseguir más unidades y distribuirlas en cada una de las municipalidades.
El año pasado el consumo llegó, en promedio, a 9 mil garrafas por día. Ese es el número que se busca garantizar esta nueva temporada. “Desde el Gobierno nacional nos dijeron que este año no tiene que faltar, pero igual nos preparamos por si surgen problemas”, afirmó Ernesto Tamayo, director de Energía de la provincia.
En esa línea, se ultiman los detalles del plan de distribución con la mira puesta en garantizar el abastecimiento en los sectores más vulnerables. En este punto, se trabajará de igual manera que el año pasado: los distribuidores deberán entregar el producto en los barrios más carenciados varios días por semana. “Vamos a controlar firmemente que esto se cumpla, así como que se respete el precio de venta”, anticipó Tamayo.
También se pondrá el ojo en la cantidad de garrafas que son enviadas desde Mendoza hasta San Juan y San Luis, en el sentido de que no se envíen demasiadas como para poner en riesgo el abastecimiento interno. “Este control lo haremos en los respectivos puestos policiales fronterizos”, explicó el funcionario.
Si a pesar de todas estas medidas llegara a registrarse escasez de garrafas en los comercios, el Gobierno tiene previsto los mecanismos necesarios para conseguir más unidades y distribuirlas en los municipios. “Trataremos de no llegar a esto, pero si ocurre una emergencia los involucraremos para no dejar a nadie sin gas envasado”, lanzó Tamayo, quien a su vez pidió a la población hacer un uso “responsable y solidario”.
“El año pasado se consumieron unas 270 mil garrafas por mes. Esa cantidad ya está garantizada, y si hace falta conseguir más pondremos en movimiento algunos mecanismos para obtenerlas”, prometió el director de Energía.
Eso fue justamente lo que se debió hacer el año pasado, cuando se registró una profunda crisis de abastecimiento que llevó al Gobierno a conformar un comité interministerial para resolver el conflicto –ver aparte–.
Justamente, algunos miembros de este cuerpo se reunirán hoy en la Casa de Gobierno con autoridades nacionales de la Secretaría de Energía y con representantes de los municipios.
El objetivo de este encuentro es terminar de afinar el plan de distribución y las acciones a tomar ante los contratiempos que pudieran surgir.
Aún no fijan el precio
El 30% de los hogares mendocinos no tiene acceso a la red de gas, por lo que dependen de las garrafas para poder pasar el invierno.
Se trata de unos 120 mil hogares, muchos de los cuales son de bajos recursos y no pueden acceder a otra alternativa para calefaccionarse y cocinar.
Para que todas estas familias puedan acceder al gas envasado a un precio accesible, el Gobierno nacional lanzó en 2008 el plan Garrafas para Todos.
El año pasado el valor del producto fue de $16 para la garrafa de diez kilos –es la más consumida– y de $20 para la de quince.
Los valores para este 2011 aún no han sido fijados y todavía no se sabe cuándo se hará. Sucede que las autoridades nacionales aguardan que concluyan las negociaciones salariales que se están desarrollando con los empleados que trabajan en la distribución y que pertenecen al gremio petrolero.
De todas maneras, se especula con que el precio final de la “garrafa social” no debería variar demasiado respecto del que se fijó en 2010.
Piden un uso responsable y solidario
El crudo invierno que vivió Mendoza el año pasado desató una crisis en el abastecimiento de garrafas de gas licuado de petróleo (GLP) a precio subsidiado. Hubo piquetes, protestas y medidas extremas como llegar a distribuir el producto en las comisarías.
En medio del conflicto por la escasez del producto, que se habría generado por el aumento en un 40porciento de la demanda respecto al 2009, el Gobierno creó un consejo interministerial para encontrarle una solución al asunto.
En el seno de este órgano se decidió una serie de medidas, algunas de las cuales se mantendrán vigentes este año. Entre otras cosas se comenzó a vender el producto en las sedes policiales –ahora podría hacerse en los municipios–, se empezó a controlar con mayor eficiencia el abuso en los precios y se puso el ojo en la distribución. Respecto a este último punto, se acordó con las empresas un cronograma de entrega para garantizar el abastecimiento en los barrios más carenciados.
No obstante, a pesar de estas y otras medidas no se llegó a normalizar totalmente la provisión de gas envasado. Es justamente por ello que ahora el Ejecutivo ha comenzado a moverse con tiempo para evitar que se repita la problemática del 2010. Ya se han mantenido reu-niones a nivel nacional y ahora se hará lo propio en suelo mendocino con los representantes de las municipalidades y miembros de la Secretaría de Energía de la Nación.
“La gente tiene que entender que este año no va a faltar gas”, prometió el secretario de Energía, Ernesto Tamayo. “Es por ello –agregó– que apelamos a que se haga un uso responsable y solidario”.
(Fuente: Diario Uno)