Hace diez años compró una finca en Gualtallary, una de las zonas más reconocidas del Valle de Uco. Ahora presenta su proyecto llamado Vinos de Potrero que incluye, en el futuro, la construcción de una bodega.
El futbolista Nicolás Burdisso presentó sus Vinos de Potrero, con uvas de finca propia de Gualtallary (Tupungato Wineland) que con sus deferentes líneas ya alcanzaron un volumen de 50 mil botellas y pretenden seguir creciendo y llegar a tener una bodega propia.
El proyecto lo lleva adelante junto a su mujer, Belén Soler Valle, quien estudió la carrera de Sommelier en Genova, Italia, y tiene a Bernardo Bossi Bonilla como enólogo, y a Wine Idea en el desarrollo y managment del proyecto.
Burdisso nacido en un pequeño pueblo del norte de Córdoba (Altos de Chipión) surgió de las inferiores de Boca donde debutó a los 18 años, ganó 8 títulos con el xeneize, y pasó al Inter de Milán en 2004 con el cual ganó 9 títulos hasta 2009, por lo que es uno de los argentinos con más títulos conquistados, y después siguió en la Roma, luego vistió la casaca del Genoa, y ahora terminó su contrato con el Torino, completando 15 temporadas en la Serie A italiana del Calcio, y con 37 años espera jugar su último año. Y además el defensor jugó para la Selección Argentina en dos Mundiales: el Mundial de Alemania 2006 (en el que debutó Messi) y el de Sudáfrica 2010; y en la Selección Sub 20 ganó el Mundial de 2001 y con la Sub 23 ganó los Juegos Olímpicos de Atenas en 2004.
–¿Cómo surge tu entusiasmo por los vinos?
-Surge junto a mi mujer de hace muchísimos años, quizá cuando llegamos a Italia. Me gustaba mucho el vino, pero la verdad que para tener un contacto fluido con el mundo del vino, viendo fincas, bodegas, viñas en Argentina tenes que venir acá, a Cuyo por ejemplo, o al norte, pero en Italia el contacto es constante y fluido, automáticamente salís a la calle desde la ciudad en donde estés, salís afuera, muy cerca, y ves viñas, mucha gente que se acerca mundo del vino. Ahí surgió el interés, te estoy hablando del año 2004/2005. En 2008 surgió la posibilidad de comprar una finca en Mendoza, y para nosotros era muy importante volcar esa inquietud que teníamos, en un lugar, en una tierra que no era lo que es hoy.
-¿Y compraron la finca dentro de Tupungato Wine Lands?
-Compramos una pequeña finca en Gualtallary. En 2011 hicimos la primer vendimia, en 2012 tratamos de hacer algo a nivel casero para nosotros, y en 2015 decidimos hacer algo serio, juntarnos con las personas con las que estamos hoy, formar un grupo, un equipo para darle un toque futbolero, y hacer algo que dure en el tiempo, que esté bien hecho, y por sobre todas las cosas, que nos llene de orgullo.
-¿Cuándo ustedes compraron en Tupungato Winelands había también otros futbolistas?
-Si, también había algunos chicos, pero yo compré junto a Walter Samuel. Ceo que a muchos otros jugadores les surge la curiosidad de saber, pero de ahí a hacer el emprendimiento que estamos haciendo nosotros es un paso largo, un camino difícil, pero muy lindo.
-¿Y que es Vino de Potrero?
-Vino de Potrero es una realidad, una idea, un sueño. Todo lo que veníamos pensando hace unos años hoy está acá en estas botellas, y estoy aquí en Mendoza para presentarlos porque es el lugar de donde sale, la tierra madre, por eso estamos con mi equipo, con mi mujer que esto nació entre los dos y es algo que queremos que crezca, que se instale, que se establezca, y transmitirlo a nuestros hijos para tenerlo en familia. Es algo que mamamos mucho en Italia y queremos que siga por años.
-¿Lo pensaste como una actividad para dedicarte una vez que dejes el fútbol profesional?
-Esto es un proyecto familiar, y mi carrera del fútbol todavía está activa, y seguiré siempre ligado al fútbol porque es lo que yo sé hacer y es lo que me mantiene vivo. Pero esto (lo del vino) es una idea y una realidad que surgió junto a mi mujer y que nos unió al placer y a la pasión que nos da el vino.
-¿Y lo bautizan Vino de Potrero en lugar de potenciarlo con tu nombre?
-Sí, porque la idea es dejar de lado la imagen mía, que no la necesita el vino, ni la bodega, por eso esto es diferente de proyectos de otros personajes famosos, porque siempre la idea es de diferenciarme y ponerme por detrás del vino y de la idea, y no es un producto comercial (de corto plazo) sino lo que queremos es que perdure en el tiempo. Los parámetros que nos pusimos son altos.
-¿Pero el potrero es todo un símbolo para un futbolista?
-Buscamos que el vino se identifique por sí mismo, pero por sobre todo creo que hay una conexión bastante directa entre el vino y el fútbol, para mí por lo menos, y ahí surgió la palabra ‘Potrero’. Hicimos una analogía con el mundo del vino buscando la palabra con el terroir. Porque decimos que en la Argentina un jugador de fútbol necesita potrero, necesita tener esa esencia que lo va a caracterizar después en un estadio, en primera división, o jugando un Mundial. Lo mismo sucede con un vino, hablando del terroir. Y eso que identifica al vino lo mama desde ese lugar.
-¿Qué es lo que rescatas de tu enólogo?
-Sobre todo por sus valores personales y por su larga trayectoria, por lo que con Bernardo Bossi Bonilla nos sentimos identificados. Fue uno de los primeros pasos que quisimos dar: hacer un vino que nos identifique. La idea inicial es un poco italiana y quisimos lo que en la jerga fútbolera decimos: salir a la cancha.
-¿Hablanos de tus vinos?
-La línea que está compuesta por cuatro vinos, tres son Malbec, y el cuarto que es el vino que dio inicio a todo esto, que es un blend, el icono, y este año estamos presentando también un blanco que es un Chardonnay. Y para nosotros es un logro más, por lo que es importante tener una gama y un portfolio para todos los gustos.
-¿Cuál es el volumen de Vino de Potrero?
-El volumen del primer año -que fue en 2016- para los primeros vinos y el primer año que salimos nosotros a la cancha, fueron 25.000 botellas, y este año duplicamos y queremos seguir creciendo todos los años, hasta llegar a un límite, siempre muy chico, muy cuidado, protegido por sobre todas las cosas, por lo queremos apuntando a mantener la calidad.
-¿Tantos años jugando en Italia te permite acceder a ciertos mercados?
-Estar tanto tiempo en Europa y ese contacto con al mundo del vino, hablando de los mercados, es verdad que incidió mucho, pero sobretodo en la parte romántica de todo esto, es decir la parte del estilo de vino que queremos, donde queremos que estén, cual es el estilo de bodega que queremos, como queremos posicionarnos y como queremos persistir, no tanto los mercados que queremos alcanzar, porque eso es otra cosa y es una consecuencia de lo bien que están hechos los vinos y el perfil que tienen, y de lo que nosotros queremos hacer.
-En marzo estuviste en la ProWein, en Alemania. ¿Eso marca que estás involucrado en el tema?
-ProWein fue una posibilidad, justo había jugado un día antes, y nos dieron libre el lunes, así que pude ir y fue una hermosa sorpresa, ver el terreno que está ganando el vino argentino. Y fue muy lindo porque había muchísima gente y poder conocer eso estuvo muy bueno. Mi mujer que es la que está llevando adelante todo este proyecto, visitó de varias ferias por todo el mundo y creo que son pequeños logros que nos vamos dando. Para mí es todo muy nuevo, es hermoso, es aprender, es divertirme, y todas las fichas que le ponemos. Esto es un proceso, de ir aprendiendo, mejorando, y haciendo algo que nos identifique.
-¿Van hacer otras inversiones para seguir creciendo?
-La idea es esa, quizá ir incorporando otras fincas propias, pero será un crecimiento paulatino que va a ir la mano, obviamente, dependiendo de cómo se vendan. No podemos esconder que la venta es la parte final y eso es muy importante. Yo creo que eso será una consecuencia que tiene que ver con todo este proceso de seguir mejorando, y que le guste a la gente. Y llegará un momento que también vamos a querer tener nuestra propia bodega, y ¿por qué no? también más terrenos y nuestro propio lugar.
(Nota: Oscar Pinco para Ecocuyo- http://ecocuyo.com/del-futbol-europeo-a-mendoza-elegi-gualtallary-porque-sabia-que-es-un-lugar-unico-y-diferente-en-mendoza/)